La devaluación del peso cubano: entre la “fatiga de metales” y la escasez de propuestas políticamente convincentes

Pocas cosas entrañan un riesgo de desasosiego social y de inquietud política como lo hace una devaluación. La probabilidad de una combinación de contracción del producto y de la inflación, algo bastante común durante las devaluaciones, justifica las interpretaciones políticas que perciben la devaluación más como una pesadilla que como un instrumento de gestión. Ningún dirigente político cubano actual va a aceptar un programa de devaluación que identifique costos muy altos en cuanto a desempleo, cierre de empresas y alzas de precios, ni tampoco aceptaría un programa de devaluación con muchas incertidumbres.

Cuba: la aduana, el mercado y el “pensamiento mágico”

Si a lo que se aspira es a establecer mecanismos que contribuyan al bienestar mediante la satisfacción de necesidades, ¿por qué no se aplican políticas económicas que favorezcan la reducción de las brechas entre oferta y demanda en una amplia gama de productos básicos, de la manera más expedita posible y al menor costo para el consumidor? ¿Resulta tan difícil apreciar que las importaciones privadas de mercancías “no comerciales” son un factor positivo para cerrar brechas entre oferta y demanda que, en muchos casos, los mercados formales hoy no pueden resolver?

Cuba: la lisura del plan centralizado y la aspereza de sus supuestos.

¿Cuáles serían las principales “reglas del juego” (la institucionalidad) de una planificación descentralizada? Es algo que se relacionaría más con la gestión de mercados, precios y poder institucional que con un reacomodo de la verticalidad administrativa de las entidades de la planificación actual. Se trata de dos planos diferentes de análisis y de posibles soluciones. ¿Es acaso más importante que establecer las bases de esa nueva institucionalidad aquella otra discusión, a la que se le dan vueltas y más vueltas, acerca de las organizaciones superiores de dirección empresarial (OSDE), las empresas y las unidades empresariales de base (UEB)?

Para legislar sobre la empresa privada en Cuba: propuestas concretas desde la ciencia

La Dra. Ileana Díaz siempre “va en serio” y quienes la conocemos podemos testimoniar acerca de la excelencia académica de su obra y de los equipos de trabajo que logra articular. Ello justifica la satisfacción que un grupo diverso de personas ha manifestado en las últimas horas al conocerse la noticia de la inminente publicación del documento titulado “Recomendaciones sobre las normativas jurídicas vigentes del trabajo por cuenta propia”.

De nuevo sobre los encadenamientos productivos en Cuba: ¿construiremos los índices necesarios?

Cuando hablo de una probable caída del turismo como “ídolo” no me refiero a su dinámica individual. Un sector líder siempre lo es relación con otros sectores. El término de sector líder es un término bastante preciso, aunque a veces se utiliza de manera nebulosa. Existen datos para considerar que el turismo funcionó como un sector líder en el pasado reciente. Por ejemplo, en la década del 90. Sin embargo, existen elementos que pudieran apoyar la noción de que el turismo habría perdido posteriormente su capacidad para favorecer encadenamientos, y que esa pudiera ser la situación actual. Es algo que debería ser estudiado mediante un análisis de encadenamientos. Se necesita calcular con precisión aceptable los índices de encadenamientos del turismo. Con esos datos pudiera hacerse un debate fructífero. En ausencia de ellos solamente es posible tener una conversación general sobre el tema.

Los encadenamientos productivos en Cuba: más allá de lo declarativo

El enfoque de encadenamientos pudiera tener un efecto innovador en el diseño actual de la política económica cubana. Quizás serviría también para reconsiderar críticamente algunas premisas que hasta el momento se adoptan sin objeciones. Dos candidatos a posibles “ídolos caídos” pudieran ser la noción de que el turismo es -en las actuales condiciones- un sector líder y la idea de que la inversión debe concentrarse en algunas localidades que hoy se privilegian respecto a otras.

JUAN M. FERRAN OLIVA. Votaré SÍ… ¿Y qué?

Quizás algunos piensen que el referéndum será un momento mágico tras el cual todo se resolverá. No será así. Vendrán unos días de jubilosa celebración y la economía seguirá igual. Perpetuará su estancamiento y los millones de ciudadanos de a pie continuarán sufriendo la ridícula oferta y una inflación galopante