Hacia un “cuentapropismo” post- servicio en Cuba. ¿Qué debería seguir?

Aunque tiende a hablarse más de la “lista negativa” de las nuevas medidas para el trabajo por cuenta propia, la atención mayor la debería recibir la lista positiva, particularmente en el caso de las actividades industriales. Es en la industria donde reside, al menos potencialmente, una posible modificación radical de la inserción de la actividad privada nacional en el modelo económico que intenta construirse en Cuba. Por primera vez, además del agro, el sector privado podría funcionar no solamente como fuente de empleo sino como factor de recuperación de segmentos de la economía nacional que se encuentran en un estado deplorable. La expansión de las actividades TCP no sería en sí misma una medida muy relevante porque su importancia dependería de que fuese un paso en la formación de PYMES privadas que permitirían a estas “ocuparse” de la regeneración de segmentos deprimidos de la industria.

Flexibilización del trabajo por cuenta propia: ¿primer paso de un proceso para establecer PYMES privadas en Cuba?

Se anuncia nueva normativa para el trabajo por cuenta propia (TCP) con listado amplio de más de 2000 actividades basadas en el Clasificador Nacional de Actividades Económicas (CNAE). Pudiera ser un buen paso, pero faltan detalles. El avance de la reforma debe priorizar las PYMES privadas pues estas ofrecen un mayor techo de productividad para la fuerza de trabajo, en comparación con las menores posibilidades que tiene el trabajo por cuenta propia (TCP).

Los precios del “ordenamiento”, la reforma Kosyguin- Liberman y el precio del helado.

El modelo de planificación centralizada con ciertos componentes de descentralización que existe hoy en Cuba esencialmente se remite a una planificación centralizada basada en el esquema Kosygin – Liberman de la URSS de mediados de los 60s del siglo pasado que no cuenta con una evidencia robusta de éxito en el largo plazo. La noción de que el “ordenamiento” pudiera salirse con la suya para aplicar con éxito una variante criolla del esquema Kosygin- Liberman es problemática en un modelo de planificación en el que algo como el precio del helado funciona como un tema de alta prioridad económica. Es una noción que chirria por todas partes.

Los precios del “ordenamiento” y la conversación para la que algunos no parecen estar preparados

Se concibe el precio como una especie de quimera de la planificación centralizada: una habilidosa invención burocrática que permite controlar el intercambio de bienes y productos, y la redistribución de valor que ello implica, teniendo como fundamento una idea a priori acerca de cómo debe funcionar la economía en su conjunto. Es esa desmedida concepción normativa (lo que debería ser la economía) lo que ha “metido en problemas” a los nuevos precios del “ordenamiento”, los cuales son juzgados por los consumidores a partir de la realidad de la economía a la que se enfrentan.

JULIO CARRANZA. Las ventas en MLC y el círculo que hay que romper. El ordenamiento monetario no puede quedar aislado (ampliando criterios)

Desde el punto de vista económico no existe ninguna razón sostenible para no mantener bien abastecidas tiendas que se autofinancian, puesto que venden en MLC y a precios que dejan un margen notable de ingresos adicionales al estado para financiar otras prioridades. No garantizar el flujo permanente de abastecimientos a esas tiendas es como “comerse el capital”, las colas en esos establecimientos ni son necesarias ni se justifican.

Productividad y política económica cubana en 2021: resolver un error de secuencia

El actual paquete de medidas económicas tiene un serio problema de secuencia porque se pasó a aumentar la demanda -subiendo salarios y pensiones- sin haberse creado previamente las condiciones para incrementar la capacidad de respuesta de oferta de la economía. En momentos como el actual, en que los incrementos de precios ocupan la atención inmediata, cuando quienes toman las decisiones de política económica deberían conceder una alta prioridad al incremento -cuanto antes- de la productividad porque es la productividad, y no otra cosa, lo que esencialmente asegura el crecimiento económico no inflacionario.

La inflación actual y la que pudiera venir ¿topes de precios?

Los datos de los mercados agropecuarios indican que los topes de precios no han sido un mecanismo administrativo eficaz para evitar crecimientos de precios. Resulta paradójico entonces que siga insistiéndose en los topes de precios para controlar de presiones inflacionarias, acompañados de la terminología moralista sobre precios especulativos, abusivos, injustos, etc. La defensa del supuesto “poder” de los topes parece tener más de fe doctrinal que de análisis económico. La estabilización solamente se alcanzaría resolviendo de raíz la causa del desbalance, que es el déficit de oferta de alimentos. Mientras esa crisis no se resuelva no habrá topes de precios capaces de contener de manera efectiva la inflación. No es un pronóstico. Es lo que sugiere el análisis de los datos disponibles.

Precios y salarios del “nuevo escenario” en Cuba: pocos datos e incertidumbre.

Informar viene de informare, que en latín significa “dar forma”. La información en general, y la económica en particular, siempre es “interpretada”. Si no existe información oficial, eso también se interpreta y aparecen datos “sustitutos”, quizás erróneos, pero que actúan para “dar forma” a los mercados. Cuando no hay capacidad de respuesta de oferta en el corto plazo, como todo parece indicar que ocurre ahora, lo menos recomendable es provocar incertidumbre con una narrativa desprovista de información numérica.

Sugerencia de quince puntos para una normativa de PYMES en Cuba.

La tardanza con la legalización de las PYMES privadas ha representado un error en la secuencia de las transformaciones económicas que necesita Cuba. No debería descartarse que el llamado “ordenamiento” produjese desequilibrios macroeconómicos, especialmente de tipo inflacionario, que hicieran necesario fomentar una capacidad de respuesta rápida de oferta mediante el establecimiento de PYMES privadas, lo que a la vez podría crear condiciones favorables para otras medidas, principalmente la reforma de la empresa estatal. Anticiparse a ese eventual escenario implicaría disponer de un “plan B” para la legalización expedita de las PYMES privadas en Cuba.