En días recientes han cobrado impulso las presentaciones oficiales acerca de los precios y los salarios del llamado “nuevo escenario” de la “Tarea Ordenamiento”. Sin embargo, apenas se ofrecen cifras y no se han divulgado las más importantes
- ¿Cuál es el valor estimado de la canasta de bienes y servicios que se ha utilizado para determinar el salario mínimo?
- ¿Cuál es el cálculo del anunciado crecimiento de precios de consumo?
- ¿Cuál es el estimado del nuevo salario medio estatal?
- ¿Cuál es la comparación numérica entre los incrementos de precios y salarios?
Nuevos datos disponibles.
Se dispone de información fragmentada adicional acerca de lo que parecen ser datos utilizados en reuniones de preparación de la “Tarea Ordenamiento”, con participantes seleccionados, que se efectuaron en los últimos meses de 2019. Esa información permite tratar de identificar -al menos preliminarmente- algunas cifras importantes en la proyección del “nuevo escenario” que hasta ahora no han sido comunicadas por los funcionarios. Considero que la información adicional de la que se dispone ahora es coherente, en general, con lo que se ha divulgado oficialmente sobre el “Ordenamiento”. (1)
Una reproducción parcial de esa información puede ser consultada como Anexo de este artículo.
Algunas cifras de interés son las siguientes:
Valor de la canasta básica per cápita mensual del “nuevo escenario”: 1528 CUP
Valor de la canasta básica per cápita mensual en 2019: 410 CUP
Medida como Canasta de Bienes y Servicios de Referencia (CBSR). Nota: la definición de CBSR puede consultarse en el Anexo.
Los detalles de la comparación de los valores de la Canasta de Bienes y Servicios de Referencia (CBSR) entre el “Día Cero” y 2019 se presentan en la tabla siguiente:
Valor TOTAL de la canasta CBSR: 273 %
Alimentación (todas las formas de distribución): 332 %
Alimentos “normados” (por la libreta y anteriormente subsidiados): 1284 %
Todos los bienes “normados” (alimentos + otros): 1559 %
Bienes no alimenticios y servicios nominalizados 322 %
Otros bienes no nominalizados: 109,6 %
Gráfico 1
Otros datos adicionales:
Aporte nutricional diario de las diferentes “canastas”:
- Canasta Básica de Bienes y Servicios (CBBS): 2100 kilocalorías de energía, 53 g de proteínas y 38 g de grasas. (Nota: canasta de los hogares con menos gastos en alimentos que satisfacen los requerimientos nutricionales definidos),
- 2109 kilocalorías de energía, 55 g de proteínas y 47 g de grasas.
Conviene anotar que esas cifras de ingesta calórica son inferiores a las cifras de 2016 utilizadas recientemente por especialistas: 3524 Kcal/día como “consumo aparente estimado para 2016” (calculado con datos de consumo) y de 2400 kcal diarias “equivalentes a la recomendación nutricional promedio para la población cubana en ese año”. (2)
Corrección de cálculos anteriores.
La nueva información permite rectificar un dato que había utilizado en un análisis previo. (3)
Con la información adicional disponible, queda claro que la cifra de 1528 CUP de la Canasta de bienes y servicios de referencia (CBSR) es un dato per cápita. En la información previa parecía ser un cálculo para el consumo de 1,5 personas. También se cuenta ahora con el valor de la CBSR en 2019. (4)
Gráfico 2
El gráfico 2 reflejaría los siguientes incrementos:
Salario medio: 556%
Valor de la canasta CBSR: 273%
Diferencia entre salario medio y valor de la CBSR: 803%
El gráfico 2 ilustra lo que pudiera ser un supuesto poco realista del “ordenamiento”: considerar que habría mejoría del poder de compra porque se incrementaría en 803% -sin ser inflacionario- el ingreso promedio per cápita que le quedaría “libre” al trabajador para comprar mercancías más allá de la canasta de referencia.
¿Es razonable asumir que encontraría respaldo en un crecimiento aproximadamente proporcional de la oferta un incremento tan alto del ingreso promedio “libre”?
Si consideramos la oferta de los alimentos de origen nacional en el corto plazo, que tienen un alto peso en el consumo de los hogares cubanos, es muy difícil pensar que no se producirían presiones inflacionarias.
Datos recientes de la producción agropecuaria de los campesinos indican que al cierre de octubre se lograron vender 22.6 libras per cápita del autoabastecimiento territorial, es decir solamente el 75,3% del nivel proyectado de 30 libras mensuales por habitante. Por otra parte, la producción de carne de cerdo era 22% inferior a la producida en un periodo comparable de 2019. (5)
Eso no es algo que se resuelve eficazmente mediante “conversaciones” de los funcionarios con los productores, ni se logra mediante exhortaciones.
Por otra parte, los “topes” de precios mantienen formalmente las cifras en pizarras y etiquetas de precios, pero los “topes” son impotentes para contener la inflación “reprimida” (escasez y colas) y tampoco evitan la inflación en el mercado informal.
El efecto boomerang de la incertidumbre “planificada”.
La ausencia de datos públicos acerca de cosas tan básicas para el futuro de la gente como son los precios y los salarios puede ir mucho más allá que afectar el estado emocional de los consumidores. También influye en el funcionamiento del mercado, especialmente en sus precios y en su abastecimiento, Aparecen precios “futuros” en medio de los magros salarios del presente, y los vendedores difieren las ventas para no desvalorizar sus ingresos reales.
No son buenas noticias para los consumidores y probablemente muchos lo consideren injustificado. Es moralmente reprobable, pero no es difícil entender por qué ocurre. El vendedor trata de protegerse ante una situación de incertidumbre que inevitablemente afectaría el funcionamiento del mercado en el que opera. Una incertidumbre que, por cierto, no la habrían creado los vendedores.
La información sobre precios y salarios no es algo que solamente existe de manera “objetiva”, por ejemplo, en los documentos “secretos” de ministerios y empresas. Tampoco se trata de información pasiva que estaría lista para ser utilizada cuando alguna autoridad decidiese sorprender a los ciudadanos con el anuncio del “Día Cero”.
Entre otras cosas, informar viene de informare, que en latín significa “dar forma”. La información en general, y la económica en particular, siempre es “interpretada”. Si no existe información oficial, eso también se interpreta y aparecen datos “sustitutos”, quizás erróneos, pero que actúan para “dar forma” a los mercados.
Cuando no hay capacidad de respuesta de oferta en el corto plazo, como todo parece indicar que ocurre ahora, lo menos recomendable es provocar incertidumbre con una narrativa desprovista de información numérica.
La incertidumbre “planificada” va de la mano con la “incertidumbre intratable” y esa combinación suele tener un efecto negativo en la implementación de la política económica. Los mercados disfuncionales no son un accidente. Pueden ser creados por políticas económicas basadas en supuestos ilusorios y afincadas en el “secretismo”.
Notas
1 No ha sido posible verificar si las cifras provienen de un documento oficial.
2 Las cifras de 2100 y 2109 kcal diarias son inferiores a las utilizadas por las economistas Betsy Anaya y Anicia García, quienes identificaron en su análisis publicado en 2018 (con datos de 2016), la cifras de 3524 Kcal/día como “consumo aparente estimado para 2016” (calculado por las autoras con datos de consumo) y 2400 kcal diarias “equivalentes a la recomendación nutricional promedio para la población cubana en ese año”. “Dinámica de gastos básicos en Cuba” (segunda parte y final), IPS Cuba, 30 de septiembre de 2018 https://www.ipscuba.net/economia/dinamica-de-gastos-basicos-en-cuba-segunda-parte-y-final/
3 “Ordenamiento, salarios y precios en Cuba: notas sobre el riesgo de inflación”. Blog El Estado como tal, 17 de noviembre de 2020 https://elestadocomotal.com/2020/11/17/ordenamiento-salarios-y-precios-en-cuba-notas-sobre-el-riesgo-de-inflacion/
4 Ibidem.
5 Sailys Uria López. “Producir más es la única solución”, Juventud Rebelde, 28 de noviembre de 2020 http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2020-11-28/producir-mas-es-la-unica-solucion
ANEXO
Tomado del documento “Tema IV. Transformación en los ingresos (salarios, pensiones y prestaciones)”, con fecha de octubre 2019. Posible utilización del documento en actividades de preparación de la “Tarea Ordenamiento”
[No ha sido posible verificar si se trata de un documento oficial]
I. Introducción:
Temas estudiados y aprobados en principio para continuar trabajando, que han sido considerados para la conformación de la Canasta de Bienes y Servicios de Referencia:
a. Tratamiento de precios a productos iguales que se venden en el mercado minorista en CUP y CUC con precios diferentes.
b. Efectos de la devaluación, en los precios máximos de acopio centralizados de productos agropecuarios.
c. Precios mayoristas centralizados.
d. Tratamiento a la merienda escolar y al Sistema de Atención a la Familia (SAF).
e. Tratamiento a los precios minoristas centralizados en el CECM y el MFP.
f. Tratamiento a los servicios del Programa de Ahorro Energético (PAE).
g. Tratamiento a tarifas de servicios a personas naturales y jurídicas cubanas y extranjeras.
h. Tratamiento a las tarifas de la alimentación pública y estatal.
Se tuvieron en cuenta los conceptos de los diferentes tipos de canastas de bienes y servicios que intervienen en el análisis:
• Canasta Básica de Bienes y Servicios (CBBS)
• Canasta Familiar Normada (CFN)
• Canasta de Bienes y Servicios de Referencia (CBSR)
Canasta Básica de Bienes y Servicios (CBBS):
Es aquella que consumen los hogares con menos gastos en alimentos que satisfacen los requerimientos nutricionales definidos (2 100 kilocalorías, 53 gr de proteínas y 38 gr de grasas).
Se calcula a partir de los resultados de la Encuesta Socioeconómica de los Hogares que se realiza anualmente por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información ONEI).
El costo de esta canasta ha tenido una tendencia al crecimiento en los últimos años, debido al incremento de precios de algunos productos que incluye nomenclaturas que salieron del sistema de venta normado a precios subsidiados, para venderse de forma liberada a precios sin subsidios.
Hasta agosto de 2019, el salario mínimo en el país alcanzaba 240 CUP, no llegaba al valor de esta canasta (548 CUP).
Canasta Familiar Normada (CFN):
Corresponde a los productos alimenticios, combustibles domésticos y fósforos que se entregan a la población de manera racionada mediante la libreta de abastecimientos. Es parte de la canasta de bienes y servicios.
Su valor se obtiene de manera directa, a partir de las cuotas establecidas por persona y los precios oficiales.
Los per cápitas de consumo se emiten en la Política de Distribución, con emisión anual y están en correspondencia con los grupos etarios y territorios.
Canasta de Bienes y Servicios de Referencia (CBSR):
Su objetivo es determinar un punto de referencia para la fijación del salario mínimo, teniendo en cuenta el principio de que el salario debe satisfacer necesidades del trabajador y su familia.
Está integrada por la Canasta Familiar Normada, más una nomenclatura de productos alimenticios y no alimenticios en venta liberada y los servicios fundamentales.
A partir del resultado de cada tema evaluado, mencionados con anterioridad, el costo de la Canasta de Bienes y Servicios de Referencia contiene:
a. El efecto de la devaluación en los precios minoristas y tarifas de servicios a la población; y
b. La eliminación parcial de subsidios a la Canasta Familiar Normada (CFN).
II.Concepto y contenido de la CBSR.
La Canasta de Bienes y Servicios de Referencia (CBSR), es aquella que consume como promedio en un mes, una persona, calculada a los precios minoristas aprobados.
Contiene en su estructura los siguientes elementos:
a. Alimentos
De ello: Canasta Familiar Normada (CFN).
b. Bienes no alimenticios y servicios nominalizados.
c. Bienes no alimenticios y servicios no nominalizados.
III. Principales principios considerados para determinar la CBSR:
- Los alimentos que se incluyen satisfacen los requerimientos mínimos nutricionales per cápita (2 100 Kcal) y se pueden consumir dentro o fuera del hogar.
- Incluye las nomenclaturas comunes de la Canasta Familiar Normada, para los consumidores de 14 a 64 años.
- Conformar los consumos per cápita de los productos alimenticios que la integran, considerando los niveles de aseguramiento de los balances.
- Considera un nivel de productos alimenticios en venta liberada.
- Incluye para la alimentación fuera del hogar, una ingesta al día de línea económica. Aporta 627 kilocalorías.
- Considera en los consumos per cápita de los productos no alimenticios y los servicios, los siguientes componentes:
- Una nomenclatura seleccionada de productos de línea económica (artículos de higiene y limpieza).
- Un monto para confecciones, ajuares y calzado.
- Un monto para medicamentos asumiendo precios aprobados para el nuevo escenario.
- Materiales para la construcción.
- Servicios esenciales (combustible doméstico, agua, electricidad, telefonía, transportes, servicios de reparación de equipos del hogar).
Efecto de la devaluación en la CBSR:
El gasto per cápita mensual para consumir la CBSR a los precios estimados crece 3,7 veces en relación con el gasto a los precios actuales, con la estructura siguiente:
El valor de Canasta de Bienes y Servicios de Referencia (CBSR) estimado para el nuevo escenario, constituye el punto de referencia para la determinación del salario mínimo contenido en la reforma salarial.
A fin de no afectar el poder adquisitivo del salario mínimo calculado, es imprescindible garantizar la sostenibilidad de las ofertas de los componentes considerados en la CBSR, con particular énfasis en los de la línea económica, para que se preserve su valor y brinden los aportes nutricionales a la ingesta.
Aportes nutricionales de la canasta de bienes y servicios de referencia (CBSR)
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