El arroz en Cuba: planes y evidencias

Al comenzar el mes de julio de 2020 el arroz escasea y los precios se han disparado, confirmando –como en otros alimentos- que los “topes” de precios han sido un artefacto administrativo que ha fracasado.

Se habla, sin embargo, de que con el Programa de Desarrollo Integral del Arroz se producirían 600 mil toneladas de arroz consumo en 2030, cubriendo el 86% del consumo total de arroz del país.  (1)

Según datos recientes, la producción nacional solamente cubre el 38% de la demanda nacional.

Fuentes: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2018 y Sector Agropecuario. Indicadores seleccionados. Enero- diciembre 2019; y Abel Reyes Montero, op. Cit.

El plan

Se dice que el estimado de producción de 2020 es de 162 965 toneladas, es decir, que para llegar a la meta de 600 mil t en 2030 habría que aumentar en 3,7 veces la producción actual y para ello necesitaría alcanzarse una tasa de crecimiento promedio anual de 13,9% entre 2020 y 2030. (2)

En principio, no sería una meta inverosímil porque en el periodo inicial del programa (2010-2019), la tasa promedio anual fue de 12,4%. (3) No obstante, las condiciones que existen en 2020 y que pudieran extenderse durante algún tiempo, son menos favorables que las que existieron en 2011 cuando se aprobó el programa arrocero.  

En ese sentido, el director de la División Tecnológica de Arroz, del Grupo Empresarial Agrícola adscrito al Ministerio de la Agricultura ha expresado recientemente que “para este 2020 la producción no se ha visto tan afectada por el fenómeno de la sequía, como otros años (principalmente 2015), como por el recrudecimiento del bloqueo económico estadounidense. Desde los últimos meses de 2019, el programa se ha visto ampliamente disminuido, tanto que aportará, apenas, la insuficiente cifra de 162 000 toneladas para el consumo. La unilateral política coercitiva del Gobierno de EE. UU. contra el país afecta particularmente la cosecha del grano por la baja disponibilidad de combustibles para maquinaria en tierra y la aviación agrícola, la inexistencia del fertilizante urea, y de otros insumos que inciden en la eficiencia del ramo”. (4)

En esa reciente entrevista, el funcionario hace una corrección al pronóstico anunciado a principios de 2019 en el sentido de que esperaba adelantarse hacia 2023 la meta planificada inicialmente para 2030, es decir, que se proyectaba alcanzar la producción de 600 mil toneladas de arroz consumo en 2023 “porque existe el potencial, aumentan los recursos y se incrementa la disciplina tecnológica en los productores, que es un factor decisivo”. (5)

A principios de 2019 se asumía que, a pesar de algunas dificultades con la disponibilidad de recursos, se produciría un salto en los rendimientos que alcanzarían las 5 toneladas por hectárea en 2023 para luego incrementarse a 6 toneladas por hectárea entre 2023 y 2030. Simultáneamente, se aspiraba a incrementar la superficie cultivada, aumentándola desde un nivel de 133 716 ha en 2018 hasta 200 mil ha en 2023. Ese “adelanto” del plan ya no es factible.

El problema

El momento decisivo en la modificación de las expectativas arroceras no fue 2020 con la crisis del COVID19, sino el año 2019 que pasó de ser un año “prometedor” a ser un año terrible para la producción de arroz.

Fuente: Fuentes: ONEI. Sector Agropecuario. Indicadores seleccionados. Enero- diciembre 2019.

Conviene explicar que los datos sobre la producción nacional de arroz pueden ser expresados mediante dos indicadores diferentes. La estadística de los anuarios e informes de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) utiliza el indicador de producción “arroz cáscara húmedo”, pero usualmente también se hace referencia en otros documentos al dato de producción “arroz listo para el consumo” (“arroz consumo”), que es un producto seco y sin cáscara. Naturalmente, una tonelada de arroz listo para el consumo necesita una masa superior de “arroz cáscara húmedo”. Convencionalmente se utiliza un factor de conversión de 50%, pero en realidad el factor de conversión varía anualmente alrededor de esa cifra.

Nota: Los datos de 2020 son estimados. El dato de producción arroz consumo corresponde al pronóstico del funcionario citado en la entrevista. El dato de producción de arroz húmedo ha sido calculado multiplicando el rendimiento de 2,62 t/ha por una superficie de 112 081 ha, ambas cifras citadas por el funcionario entrevistado.   

Fuentes: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2018 y Sector Agropecuario. Indicadores seleccionados. Enero- diciembre 2019; y Abel Reyes Montero, op. cit.

Un dato interesante es la discrepancia que se observa en la dinámica de las dos series de producción de arroz en el periodo 2019- 2019. Mientras que la producción de arroz consumo tuvo un incremento de 186%, la producción de arroz húmedo decreció en 16,9%. Es una discrepancia que tendría que ser aclarada por un especialista en la producción de arroz.

En cualquier debería ser retenida la observación de que, en el plano agrícola, la producción de arroz ha sido decepcionante.

Malos datos productivos

Tomando el periodo 2013- 2018 reflejado en las tablas del Anuario Estadístico 2018, la fuente estadística completa más actualizada sobre el sector agropecuario cubano, el arroz fue el alimento con mayores decrecimientos de producción y de área cosechada entre los principales 12 cultivos agrícolas de Cuba, comparando 2018 y 2013. El otro indicador importante –el rendimiento- tuvo un nivel de incremento muy bajo durante el periodo (1,47%).

Fuente: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2018

Se estima que la declinante trayectoria de los rendimientos promedios que se producía desde 2015, experimentaría una abrupta caída en 2020.

Nota: El dato de 2,62 (2020) fue mencionado por el funcionario entrevistado. La cifra de 3,38 (2019) ha sido calculada sumando la diferencia de 1,76 a la que hace referencia el funcionario.   

Fuentes: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2018 y Sector Agropecuario. Indicadores seleccionados. Enero- diciembre 2019; y Abel Reyes Montero, op. cit.

Déficit de fertilizantes

Uno de los aspectos en los que es posible identificar un cambio importante en relación con los factores de los que depende la producción de arroz es el relativo a la disponibilidad de fertilizantes. A principios de 2019 no parecía ser un problema, pero en las recientes explicaciones la carencia de fertilizantes de urea ha ocupado un lugar destacado.

Los datos disponibles de comercio exterior, que no son datos oficiales, parecen indicar que ya desde 2018 se había producido una aguda reducción de 46,1% en las importaciones de fertilizantes de urea, que se agudizo aún más en 2019 con una caída de 73,3% en relación con el año anterior.

Fuente: International Trade Center. https://www.trademap.org

Nota: Importaciones “espejo”, es decir, las importacione equivalen a las exportaciones reportadas por los países exportadores

Según esos datos, el nivel de importaciones de fertilizantes de urea en 2019 representó apenas el 14,4% del nivel de importaciones 2019. Parece razonable pensar que ese súbito déficit de fertilizantes debe haber tenido un impacto muy negativo en la producción arrocera.

Vietnam en el plato del cubano

Cuando se dice que Cuba debe importar la mayor parte del arroz, conviene hacer la precisión de que se trata principalmente de arroz vietnamita.

Fuente: International Trade Center. https://www.trademap.org

Nota: Importaciones “directas”, es decir las importaciones reportadas directamente por el país importador.  

De hecho, las importaciones de arroz vietnamita son, por sí solas, mayor que la producción nacional de arroz de Cuba.

Fuente: International Trade Center. https://www.trademap.org , y y Abel Reyes Montero, op. cit.

Nota: Importaciones “directas”, es decir las importaciones reportadas directamente por el país importador.  

No existen datos suficientes para confirmarlo, pero la súbita carencia de arroz en Cuba pudiera estar vinculada al efecto de la COVID-19 en las exportaciones de arroz de Vietnam porque el gobierno de ese país decidió restringir las exportaciones de arroz para poder contar con reservas de alimentos en medio de la incertidumbre causada por la pandemia. De hecho, en abril y mayo se establecieron cuotas máximas de exportación de 400 mil toneladas mensuales, las cuales fueron asignadas mediante subastas a las empresas exportadoras vietnamitas. (6)

Un hecho curioso es que cuando se hizo la subasta online para el mes de abril, esta solamente duró unas pocas horas porque la cuota se alcanzó muy rápidamente. (7)

Se conoce que Vietnam ha hecho una donación de 5000 toneladas de arroz a Cuba, lo cual es sin dudas un noble gesto solidario que ayuda a mitigar el déficit de arroz, pero debe tenerse en perspectiva que en 2018 Cuba importó desde Vietnam más de 74 veces esa cifra (371 000 toneladas). (8)

El sector privado es decisivo en la producción nacional de arroz

Como ocurre con otros alimentos importantes, la producción del sector no estatal (privado y cooperativo) es decisiva en el caso del arroz, aportando el 84% de la producción nacional.

Fuente: ONEI. Sector Agropecuario. Indicadores seleccionados. Enero- diciembre 2018.

De hecho, en 2018, la mayor parte de la producción de arroz en Cuba (52,3%) correspondía al sector privado.

Fuente: ONEI. Sector Agropecuario. Indicadores seleccionados. Enero- diciembre 2018.

En un esquema productivo con peso mayoritario del sector privado y con peso abrumador del sector no estatal (privado y cooperativo) las relaciones de mercado son imprescindibles. Sin embargo, a juzgar por los precios máximos que las entidades estatales pagan a los productores, el mercado es principalmente un simple entramado decorativo a nivel de las relaciones entre el sector estatal y el no estatal.

Resumiendo,

La notable reducción de 34% que se pronostica oficialmente en la producción nacional de arroz en 2020 significaría que esta cubriría solamente el 23,3% del consumo estimado de 700 mil toneladas, en vez de la cobertura de 43% que existió en 2018.

El déficit actual solamente pudiera aliviarse en la segunda mitad de 2020 mediante un incremento de importaciones, algo que parece ser de difícil pronóstico y que dependería en muy alto grado de las importaciones de arroz vietnamita.

A mediano plazo, comenzando en 2021, un posible incremento de la producción dependería del acceso a insumos (limitados por la carencia de divisas) y de una reforma sustantiva que fortalezca las relaciones de mercado en el sistema agropecuario del país. Esa reforma no depende de factores exógenos.

Notas

1 Abel Reyes Montero, “Retos y realidades de la producción arrocera en Cuba”, Granma, 30 de junio de 2020, http://www.granma.cu/cuba/2020-06-30/retos-y-realidades-de-la-produccion-arrocera-en-cuba-30-06-2020-00-06-45?fbclid=IwAR17ZaEB1u_Y0tvnpmfWL0As-NZCLFi2UzFPxtnwEhwT7ScugVMkGVjBzdM

2 Ibidem

3 Calculado a partir de los datos mencionados en la entrevista. Abel Reyes Montero, op. cit.

4 Abel Reyes Montero, op. cit.

5 Dilbert Reyes Rodríguez, “Del arroz en barco al arroz que cultivamos”, Granma, 10 de enero de 2019, http://www.granma.cu/cuba/2019-01-10/del-arroz-en-barco-al-arroz-que-cultivamos-10-01-2019-19-01-56

6 Anh Tu, Anh Minh, Hong Chau, “Vietnam suspends rice exports to ensure food security”, Vietnam Express, March 25, 2020, https://e.vnexpress.net/news/business/industries/vietnam-suspends-rice-exports-to-ensure-food-security-4074377.html

7 Tarah Nguyen, “Vietnam’s May rice quotas partly requested to be used for this month”, Vietnam Times, 21 April 2020, https://vietnamtimes.org.vn/vietnams-may-rice-quotas-partly-requested-to-be-used-for-this-month-19618.html

8 Hannah Nguyen, “Vietnam sends 5,000 tonnes of rice, helping Cuba’s COVID-19 fight”, Vietnam Times, 18 April 2020, https://vietnamtimes.org.vn/vietnam-sends-5000-tonnes-of-rice-helping-cubas-covid-19-fight-19527.html

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