Apostando a la demanda interna para dinamizar la economía cubana: los datos disponibles indican que probablemente eso no funcione

Recientemente se identificaron seis principios relativos a la “recuperación de la economía cubana en la etapa post COVID-19” y uno de ellos consiste en el “papel dinamizador de la demanda interna”.

Existe una dimensión teórica sobre la cual pudiera polemizarse con ese principio, específicamente a partir de la conceptualización de que las exportaciones funcionan como la única variable genuinamente “exógena” del crecimiento de la demanda en una pequeña economía abierta, pero esa no es la dimensión que me interesa discutir hoy.

Los datos disponibles de manera pública con los que puede hacerse un análisis macroeconómico de Cuba son los publicados por la entidad The Economist Intelligence Unit (EIU) en su último informe sobre Cuba de mayo pasado. La serie de datos detallados del Producto Interno Bruto (PIB) abarca el período desde 2015 a 2024.

Como toda serie estadística que incluye pronósticos, son cifras que pudieran variar, pero el análisis económico necesita datos y estos son los que existen hoy.

Las cifras oficiales cubanas no están disponibles, ni siquiera respecto a 2019, y las informaciones oficiales fragmentadas que se han divulgado recientemente no sirven para hacer un análisis macroeconómico.

Apostar a la demanda interna para promover crecimiento económico equivale a considerar el impacto que pudieran tener los tres principales componentes de la demanda interna: consumo de hogares, consumo de gobierno y formación bruta de capital (inversión).

Existen, cuando menos, dos dimensiones que habría que tomar en cuenta: la escala de la demanda interna y de sus tres componentes, y las variaciones de esos indicadores a lo largo del tiempo.

La demanda interna es, efectivamente, el mayor componente del Producto Interno Bruto (PIB)…

Fuente: The Economist Intelligence Unit. Cuba Country Report. May 2020.

A nivel de la demanda interna, el consumo de hogares es el componente mayor, por amplio margen…

Fuentes: The Economist Intelligence Unit. Cuba Country Report. May 2020, y ONEI. Anuario Estadistico de Cuba 2018.

Precisamente, dado su alto peso, la dinámica de la demanda interna -especialmente del consumo de hogares- es decisiva para el crecimiento del PIB…

Fuente: The Economist Intelligence Unit. Cuba Country Report. May 2020.

Aquí empiezan los problemas…

El gráfico anterior muestra el pronóstico de que luego del incremento inicial en 2021 y 2022, el PIB, la demanda interna y el consumo de hogares entrarían en una especie de “sincronización” hacia la baja, con niveles inferiores a 2% anual en 2023 y 2024.

Cuando la demanda de hogares tiene un bajo crecimiento, la dinámica interna en general no puede funcionar como un factor dinamizador de la economía.

Medido por la contribución al crecimiento que hacen los componentes de la demanda interna, el efecto dinamizador de esta sobre el incremento del PIB sería muy bajo, según el pronóstico de EIU…

Fuente: The Economist Intelligence Unit. Cuba Country Report. May 2020.

Los datos del pronóstico indican que la contribución “dinamizadora” de la demanda interna al crecimiento del PIB de Cuba sería mucho más baja en el periodo 2020-2024, que en el periodo anterior…

Fuente: The Economist Intelligence Unit. Cuba Country Report. May 2020.

Se estima que tanto la contribución de la demanda interna como de su componente principal (el consumo de hogares) pudiera ser en 2020- 2024 aproximadamente la tercera parte de lo que fue en 2015-2019.

Resumiendo,

De acuerdo con los datos disponibles, la demanda interna no desempeñaría un papel dinamizador durante el período completo de los primeros cinco años post COVID-19 en Cuba.

Los estimados de crecimiento de los indicadores económicos son insuficientes para que el país avance hacia el desarrollo.

Obviamente esta es una conclusión provisional, apoyada en los datos existentes que pudieran modificarse. Es posible discrepar de ella ahora, pero para que sea una discusión razonable se necesitaría una las siguientes circunstancias:

  • Habría que aportar una conceptualización distinta a la teoría generalmente aceptada que se ha utilizado aquí para interpretar los datos disponibles.
  • Pudiera presentarse una serie estadística diferente, de fuente confiable.
  • Una combinación de las dos condiciones anteriores.

Lo que no es aceptable -analíticamente hablando- es una discusión en abstracto, sin los datos apropiados.

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