JULIO CARRANZA, MICHAEL VÁZQUEZ Y JOAQUÍN BENAVIDES. Cruce de comentarios sobre el estancamiento económico y la reforma del modelo cubano

Comentario de Joaquín Benavides a Julio Carranza

20 de mayo de 2019

Estimado July:

Coincido con las repuestas que das a las preocupaciones del cro. Michael Vazquez.

Lo que debe preocuparnos realmente es el estancamiento en que se encuentra nuestra economía, que amenaza con crearnos problemas muy serios.

En cierto sentido la economía es una ciencia parecida a la medicina. Si el medico sabe de medicina, y tienes una enfermedad grave, no importa la religión que tenga ese médico. Si su diagnóstico coincide con el médico ateo, lo inteligente es que si no quieres morirte sigas el tratamiento que te indica.

Te invito a que leas el trabajo que envié hoy “Realidades y Retos” https://elestadocomotal.com/2019/05/20/joaquin-benavides-realidad-y-retos-contribucion-al-debate-politico-y-economico-en-cuba-primera-parte/

Un abrazo,

Joaquin

Comentario de Julio Carranza a Michael Vázquez

20 de mayo de 2019

Estimado Michael:

Siempre son muy apreciadas las opiniones de José Luis, lo que dice es razonable, sin embargo, es parte de un debate donde muchos hemos expuesto alternativas y formas de enfrentar el problema, Joaquín, Humberto Perez, Monreal, Vascos, Humberto Herrera, Triana, etc. han aportado a ese debate. Esperar por coyunturas mejores podría eternizar la espera. Además de que nadie está hablando de una reforma monetaria sin etapas y cierto gradualismo, las propuestas han definido etapas. tratamiento diferenciado en su aplicación a las empresas y a la población, diferentes formas y graduaciones en la devaluación, medidas compensatorias, (precios, salarios, subsidios, etc., etc.). Por otro lado, no es la reforma monetaria la única dimensión para avanzar en la reforma, lo que se debe hacer en la agricultura es esencial y urgente, el tema del monopolio del comercio exterior, la ampliación del sector no estatal allí donde es necesario, la oferta de bienes e insumos en las zonas francas, el tema salarial, la inversión de las remesas, la política sectorial de inversiones, etc., etc.

A la vez que por difícil que sea la coyuntura se puede mantener la integralidad en las diferentes etapas de la reforma. Aunque ahora la coyuntura es otra -menos grave, por cierto-, en el libro que te mencioné de 1995, están todas esas consideraciones, incluida una etapa previa de estabilización, no es que sea aplicable exactamente ahora, lo destaco para hacer referencia a lo que digo sobre la integridad, gradualidad, simultaneidad, secuencialidad, objetivos estratégicos, esferas de acción, etapas, etc., etc.) https://elestadocomotal.com/2017/06/12/julio-carranza-cuba-y-sus-circunstancias-socialismo-mercado-y-propiedad-privada/

En lo que quiero insistir es que no hacer nada o casi nada (o solo medidas de racionamiento y convocatorias políticas a producir más y mejor, etc.) no es una opción en esta circunstancia tan difícil, no es suficiente para superar la crisis y abrir el horizonte. Los documentos aprobados (muy recientemente, por cierto -La Conceptualización y la Constitución esencialmente-) no fueron concebidos para ser aplicados en situaciones de “estabilidad y crecimiento”, fueron pensados y escritos para actuar consecuentemente en las coyunturas siempre complejas y difíciles de Cuba.

En mi opinión hay que salir de la zona de confort y avanzar adecuadamente en la reforma. Incluso desde el punto de vista político, la dinámica del proceso de reforma (si se hace adecuadamente) es más movilizador que el inmovilismo.

Es ahora cuando hay que actuar, nadie está diciendo que de manera improvisada e irresponsable, todo lo contrario, de manera pensada, racional y responsable pero actuar! y actuar en profundidad (no con paliativos), como he dicho, claro qué hay riesgos, también y mayores los hay en el inmovilismo.

Afectuosa y cordialmente,

Julio Carranza

Comentario de Michael Vázquez a Julio Carranza

20 de mayo de 2019

Estimado Julio

Te agradezco tus comentarios. Quiero aclarar que de ningún modo estoy en contra de que se circulen los criterios de Mesa Lago aunque reitero que pienso que nos envuelve en celofán su propuesta capitalista de libre mercado tanto laboral como de la circulación mercantil y la liquidación de la planificación. Nuestra política, como se sabe, es una planificación central pero flexible con reconocimiento del mercado y hecha de abajo a arriba, es decir, desde la Empresa hasta el Gobierno Central con los criterios de los trabajadores como base, cosa con la que estoy de acuerdo, no porque siempre este de acuerdo con lo que se decida por el gobierno y el Partido sino porque las circunstancias cambian y hay que cambiar todo lo que debe ser cambiado, tal y como nos ha tratado de enseñar Fidel.

Para seguir contribuyendo al intercambio de ideas reproduzco los criterios del Dr. Jose Luis Rodríguez, publicados en Cubadebate, que por razones evidentes tiene más información, experiencia y conocimientos que yo.

Afectuosamente

Michael Vázquez

NOTA: A continuación, fragmento de la entrevista al Dr. Jose Luis Rodríguez, publicada en Cubadebate http://www.cubadebate.cu/especiales/2019/05/17/como-solucionar-problemas-urgentes-de-la-economia-cubana-podcast/#.XOO01KSxU-U

“PREGUNTA: ¿Estamos en un momento oportuno para la unificación monetaria y cambiaria?

José Luis Rodríguez: Es necesario eliminar la dualidad monetaria y cambiaria. La circulación de dos monedas se admitió en 1993 debido a que en ese momento el peso cubano se había depreciado notablemente en relación con el dólar americano. En 1990, en la economía informal, se cambiaban siete pesos por un dólar; en 1994 ya eran 150 pesos por un dólar.

La economía estaba muy desequilibrada y había que volver a garantizar la función del dinero, para lo cual existían dos caminos. Uno era cambiar todas las monedas, una medida muy traumática porque es coger los billetes y decir que ya no valen, todo empieza desde cero. Esto se propuso y se discutió en el Parlamento en mayo de 1994. La otra vía era hacer un proceso gradual de transición, que fuera menos traumático, segregando los sectores que tenían condiciones para reproducirse porque generaban divisas, y los que dependían de otros.

Se produciría una especie de transición entre unos y otros, de manera que se llegara a un punto en el que se volviera a normalizar la situación.

Entre 1993 y 1994, cuando se sacaron las cuentas de cuánto implicaba una devaluación, el trauma iba a ser de tal naturaleza que la economía no lo podía resistir. Sin devaluar, el 69% de las empresas ya no era rentable en ese momento.

PREGUNTA: ¿Qué ocurre cuando se devalúa?

En este caso, la moneda nacional pierde valor frente a otra moneda. En esos años —y todavía se mantiene hoy— la tasa de cambio para las operaciones en la actividad económica era de 1×1. En ese momento, reconocer el valor real que tenía un peso cubano implicaba que hubiera que cambiar 10 o 15 pesos por un dólar americano. Eso provocaba que por cada dólar que entrara a la economía el costo fuese de 10 o 15 pesos, lo cual elevaba el costo notablemente y, por tanto, aquellas empresas que ya eran irrentables no quedarían en pie. La decisión que se tomó no fue irse por este camino, sino ir a una solución gradual, conscientes de que en el tiempo esa situación tenía que ser superada.

Una parte de las empresas operaría en divisa y la otra en moneda nacional. La población tendría, a su vez, una parte de ingresos y gastos en divisas y otra en moneda nacional.

Para poder hacer esa devaluación —el inicio de la solución del problema— hay que partir de una premisa: en el caso de Cuba, el Comandante en Jefe Fidel Castro, y luego el General de Ejército Raúl Castro, siempre plantearon que nadie sería ni será afectado, en lo fundamental.

Por lo tanto, y volviendo a la explicación anterior, cuando se tiene que elevar el costo producto de la devaluación, ese impacto no puede pasar a los precios finales, porque de lo contrario a la población no le alcanzaría el dinero para nada. Si se pasa trabajo sin devaluación, imagínense multiplicar por 10 los costos de los productos. La solución consiste en poner un “colchón” para evitar que esto ocurra, es decir, subsidiar los precios que se elevan producto del incremento de los costos. Cuando se sacaron las cuentas de lo que esto representaba estábamos hablando de miles y miles de millones.

A lo largo de los años se han estado buscando alternativas para ver cómo se logra esa cantidad de dinero o elevar los ingresos, tanto de las empresas como de la población, para evitar que las golpeen precios más altos. Esa es la fórmula que no se ha encontrado. Para eso la economía tiene que tener una cierta nivelación y estabilidad. Después de 2003 parecía que íbamos a entrar por este camino, cuando se anunciaron los referidos pasos; en 2015 pareció que era posible. Pero con crecimientos del 1% y con déficit creciente en la balanza de pagos prácticamente es imposible, porque no hay de dónde sacar el dinero.

Considero que hoy no hay condiciones a corto plazo para llevar a cabo ese proceso. Puede ser el año próximo o el siguiente. Incluso, los análisis internacionales exponen que en la actualidad Cuba no puede, por su situación económica, eliminar la dualidad monetaria y cambiaria. Tendrá que ser entre 2021 y 2022, que se conjugue finalmente todo lo descrito. Porque hay dos tasas de cambio, que es el otro problema: una para las empresas y otra para la población, en Cadeca (1×25).

En las empresas hay una devaluación y en el sector de la población se requiere revaluar ese peso, es decir, llevar la tasa hasta 15, por ejemplo. Cuando se haga esto, se estaría rebajando el precio, similar a lo que ocurrió en 2005. En ese año se planteó por la máxima dirección del país buscar qué se podía hacer para elevar el poder de compra de las personas. Se propuso pasar la tasa de aquel momento

(26-27) a la actual (24-25). Ese simple movimiento de dos pesos le costó al país cientos de millones de dólares. Porque la gente, cuando percibe que su moneda tiene mayor poder de compra, la convierte inmediatamente en bienes materiales, y si las tiendas no están abastecidas se crea un rollo mayor.

Eso pasó otra vez en 2016, cuando se rebajaron los precios de determinados productos en las TRD, como el pollo. Antes de la rebaja, se vendían 30 toneladas diarias, y luego el consumo se incrementó a

120 toneladas. Por eso, el proceso implica reunir dinero para llenar las tiendas.

Vean todas las complejidades que tiene este proceso. Por eso digo que tenemos que seguir trabajando hasta que se creen las mejores condiciones para el ajuste monetario gigante que tiene que hacer el país.”

Comentario de Michael Vázquez a Pedro Monreal

19 de mayo de 2019

Estimado Pedro

Te agradezco tus importantes comentarios que sobre todo porque son más importantes en la medida en que hacen pensar. https://elestadocomotal.com/2019/05/20/existe-realmente-una-alternativa-a-la-descentralizacion-economica-en-cuba/

1- Es verdad que coincidimos en que los Lineamientos y la Conceptualización recogen lo que de manera racional es necesario hacer ahora y en los años venideros para seguir adelante con el proyecto de socialismo próspero y sostenible. El asunto está en que el bloqueo de la administración Trump se ha agudizado, particularmente en el aspecto financiero y todo hace prever que se agudizará más por lo que yo pienso que la administración de las divisas de que dispongamos será indispensable mantenerla de forma centralizada, aunque no en términos absolutos sino quizás dejándole a los Gobiernos Provinciales, Municipales y las Empresas un margen para una reproducción del capital de manera limitada. Seguramente los recursos irán donde haya un margen de mayor eficiencia productiva, se exporte o se sustituyan importaciones, muchas veces con el esquema del ciclo cerrado.

2- Otro aspecto preocupante es el cambio de la moneda a las divisas convertibles. No creo que el país pueda permitirse que sigan saliendo millones de dólares en manos de la población hacia el exterior.

Lamentablemente creo que algo se hará al respecto, aunque lo mejor o lo menos malo sea que todo el que reciba divisas tenga un mercado interno preferencial, digamos como una Zona Libre de Impuestos. Eso quizás nos lleve más rápido a la eliminación del CUC y de las TRD o sea compra en CUP y cambio forzoso de divisas a CUP a una tasa igual a la actual. Las Empresas se mantendrán como hasta ahora, quizás con un trato preferencial para las exportadoras y las que sustituyen importaciones independientemente de su rentabilidad que será subsidiada porque lo que interesa es el ingreso de divisas frescas sin importar el costo en CUP.

3- Aclaro que no son cosas que deseo, sino que las veo venir o ya están en una situación de economía de guerra de carácter temporal pero que agudizara quien sabe porque tiempo.

3- Lo que para mí está claro es que se aplicaran las medidas necesarias para que la revolución sobreviva tratando de que la población no sea afectada más de lo imprescindible. De ahí lo que decía que se evitaran conmociones drásticas como la modificación a la baja del tipo de cambio y disminución de ingresos de Empresas aunque sean irrentables para evitar desempleo además de controles de precios.

4- Sobre estos temas ahora nuevamente queda mucho por decir ya que la presión externa no es nueva sino más grave y se agravara más aún porque Trump tiene todavía tela por donde cortar, más aún si en Venezuela se produce una guerra civil, aunque ahora parece estar distraído con Irán y su conflictos con China y Rusia. Como el Sr. es impredecible veremos qué rumbo coge.

5- Estas son consideraciones generales y no coinciden siempre con mis deseas sino con inquietudes que expreso para que los que más conocimientos tienen, como en tu caso, puedan aportar posibles soluciones que, aunque quizás no se apliquen, sirvan para despejar dudas y ayudar a los demás a que se orienten.

Por ahora es todo lo que puedo decir. Sobre China y Vietnam solo agregar que los que conocen el tema por haberlo vivido me dicen que los logros macroeconómicos alcanzados se basan en enormes sacrificios, sobre todo de la población rural que emigra a algunas ciudades en busca de progreso y son sometidos a condiciones laborales de sobreexplotación similares a las que observo Engels en Inglaterra en el siglo XIX. Igualmente, los Indios que trabajaron aquí en la construcción que son más eficientes que los trabajadores nuestros porque no roban y trabajan con más calidad y rapidez ya que no les queda otro remedio. Cuando aprendan con muchos de los nuestros a robar y trabajar a media capacidad quizás se queden en Cuba.

Afectuosamente

Michael Vázquez

 

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