El Dr. Joaquín Infante, Premio Nacional de Economía de Cuba, ha escrito una amable aclaración respecto a sus ideas para eliminar la pluralidad monetaria y cambiaria en Cuba, que me permito compartir con los lectores del blog.
El Doctor en Ciencias Joaquín Infante Ugarte es un respetado profesional que se desempeña como asesor del presidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC).
En su artículo “La unificación monetaria y cambiaria en Cuba: principales retos” publicada en Temas el pasado 8 de enero, el economista Hiram Marquetti se había referido a un “marco de convertibilidad mínima del peso” planteado por Infante, pero el texto de referencia no podía ser localizado. Posteriormente, el Dr. Infante accedió cordialmente a esclarecer, de manera sucinta, sus valoraciones sobre el tema.
A continuación, se reproduce la nota aclaratoria del Dr. Infante, así como dos textos adicionales: un reporte de prensa sobre una conferencia sobre el tema impartida por el Dr. Infante en Holguín, en enero de 2017, y el artículo de Marquetti, tomado de Temas.
Nota del Dr. Infante
10 de enero de 2018
Estimado Monreal
No he podido identificar el documento mío sobre la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria a que hace referencia en su artículo Marqueti, de lo contrario te lo enviaría. No obstante, lo planteado en la conferencia de Holguín refleja con claridad mis ideas para eliminar la pluralidad monetaria y cambiaria. Los aspectos en que no coincido con el Cro. Humberto Pérez y contigo es que yo concentro todos los cambios para la eliminación de la pluralidad monetaria y cambiaria en una sola fecha, el 1 de enero del año en que comience a operar el Plan de la Economía.
Las premisas que avalan mi última propuesta son:
- La implementación como parte del proceso de conformación del Plan de la Economía;
- Seleccionar el tipo de cambio único (sector estatal, no estatal y la población) inferior al actual establecido con la población y el sector no estatal de 25 x 1. Será de conocimiento público.
- La disminución de la demanda solvente de las personas naturales y jurídicas del sector no estatal, la población y los turistas extranjeros, permitirá incrementar el salario del sector estatal y las jubilaciones y pensiones sin alterar el equilibrio financiero interno
- Determinar por el MTSS el incremento del salario de los trabajadores estatales por los diferentes grupos y puestos de trabajo.
- A partir del nuevo tipo de cambio único y los incrementos de salarios aprobados, proceder a conformar los precios mayoristas de forma descentralizada, tomando como referencia el procedimiento aplicado en la década del 80 al implantar el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía.
- A partir de los nuevos precios mayoristas calculados, se procederá a elaborar el Plan de la Economía del siguiente año en todas las categorías, incluyendo el Plan Financiero Empresarial.
- Eliminar el subsidio a los productos y los servicios por ser injusto y regresivo, pues beneficia más en términos relativos a las personas de mayores ingresos, por el subsidio a las familias con per cápita de ingresos inferiores a la cifra que se determine (mínimos).
- A partir del 1 de enero del año en que comience a operar el Plan de la Economía, eliminar la pluralidad monetaria y cambiaria, establecer el Peso como única moneda oficial y un sólo tipo de cambio para todos los sectores y la población.
- Todas las relaciones monetario mercantiles entre entidades del sector estatal, y entre éstas y las del sector no estatal se efectuarán, en Pesos, a los precios mayoristas sin subsidios.
- Las relaciones entre las entidades estales, del sector no estatal, y la población con empresas mixtas, entidades y administraciones extranjeras se efectuarán en MLC, cumpliendo estrictamente las disposiciones establecidas en el procedimiento de control de cambio.
- Como es lógico, para resolver cualquier desacierto que aparezca después de aplicar las acciones anteriores, especialmente aquellos que puedan deteriorar el nivel y la calidad de vida de la población se deberá crear una Reserva en el Presupuesto del Estado.
El desarrollo de la implementación de las premisas anteriores están plasmadas en el documento que he elaborado.
Saludos
Infante
Reporte de prensa sobre una conferencia impartida por el Dr. Infante en Holguín (enero de 2017)
Los accesorios ópticos de la economía
por Fidel Troya García
28 de enero de 2017
http://www.radioholguin.icrt.cu/economia/item/792-los-accesorios-opticos-de-la-economia
Conocí al Doctor en Ciencias Económicas y Premio Nacional de Economía, Dr. Joaquín Ventura Infante Ugarte, asesor del Presidente de la ANEC durante un encuentro que sobre periodismo económico se efectuó en la provincia de Ciego de Ávila, allí disertó sobre la importancia de las finanzas y la necesidad de resolver el problema de diversidad de tasas de cambio, para resolver el tema de la dualidad monetaria. A continuación, reseño las principales ideas de su exposición:
“Considero que es una decisión que no ha debido demorar tanto, pues el buen funcionamiento de la economía y el desarrollo económico y social del país dependen, no de la unificación monetaria, sino de la eliminación de la pluralidad cambiaria.
Desde hace décadas se argumenta que primero se tienen que incrementar las reservas de divisas para poder devaluar el peso en el sector estatal de la economía, yo considero que es todo lo contrario, mientras no se elimine la pluralidad cambiaria se mantendrá permanentemente la crisis de las divisas y del endeudamiento externo. Además, es un requisito ineludible para la afluencia masiva de la Inversión Extranjera Directa que tanto necesitamos.
No obstante, desde el punto objetivo, practico y de la adecuada aplicación de la planificación, no se podrá eliminar hasta el año 2018, pues lo primero que se debe hacer es modificar los precios mayoristas y a partir de éstos conformar el Plan de la Economía del año siguiente. Hacer lo contrario, es decir, elaborar el Plan con el Peso apreciado y efectuar la devaluación durante su ejecución, parece una acción muy desatinada.
Para solucionarlo lo primero que se debe hacer es implementar las acciones para amortiguar el desproporcionado poder adquisitivo que tienen los actores del sector no estatal y la población que reciben directamente divisas, como resultado de la aplicación de un tipo de cambio de 25 x 1 en detrimento de los trabajadores estatales y pensionados en que se aplica el tipo de cambio de 1 x 1.
Para lograr el objetivo aludido, en el marco de la unificación monetaria y cambiaria, no existe otra opción que no sea la apreciación del peso en las relaciones con la población de 25 x 1 a 18 x 1, sin modificar los precios minoristas de las Tiendas Recaudadoras de Divisas, TRD, tal como propone el Dr. Humberto Pérez , con cuyos planteamientos y propuestas coincido plenamente, de que no se puede esperar a que la economía crezca a una tasa promedio anual del 5% o más para solucionar este problema.
La implementación de esta acción, en primer lugar, disminuirá la capacidad del poder adquisitivo de los beneficiados (entidades del sector no estatal y la población que reciben directamente divisas) y, en segundo lugar. Se deberá Incrementar en la misma magnitud, las retribuciones de los trabajadores estatales y las asignaciones a los beneficiarios de la seguridad y asistencia social, a fin de no incrementar la demanda solvente total del país y mantener el equilibrio financiero interno.
Entre otras ventajas, esta acción eliminaría la competencia desleal del sector no estatal, cuyos resultados económicos y financieros no se originan por una gestión económica financiera más eficiente que la empresa estatal, sino por obtener un beneficio extraordinario por diferencia de tipo de cambio (cuasi fiscalidad).
La eliminación de la pluralidad cambiaria es un proceso complejo, trabajoso y que implica la incorporación de la totalidad de las organizaciones económicas del sector estatal (empresas y unidades presupuestadas) y sus trabajadores, razón por la cual es aconsejable efectuarla en un sólo proceso y no mediante aproximaciones sucesivas.
En un país donde funciona una economía de mercado y que exista un solo tipo de cambio, la devaluación de la moneda nacional conlleva incrementar el componente importado de los costos totales de los bienes producidos y los servicios prestados y por lógica consecuencia el incremento de los precios mayoristas y su traslado a los precios minorista y por consiguiente a la población. Se tiene como ejemplo palpable en la actualidad la aplicación de las políticas neoliberales del presidente Mauricio Macri en Argentina
En Cuba en que el Peso solo esta apreciado en el sector estatal al fijarse el tipo de cambio de 1Peso igual a 1 CUC (Dólar), lo que está distorsionando toda la información económica financiera expresada en Pesos, entre otros indicadores, los siguientes:
- El registro de la contabilidad y los costos
- La fiabilidad de los estados financieros
- La rentabilidad y competitividad de los productos y servicios y de la empresa en su conjunto.
- La irrentabilidad de las empresas exportadoras y de las que sustituyen importaciones,
- El monto del PIB
- El monto de la deuda externa
- El déficit del Presupuesto del Estado.
Haciendo un símil con la visión humana, estamos observando la economía muy borrosa, no se distingue de forma real y precisa los hechos económicos, lo que determina que requerimos unos lentes de contacto o espejuelos para observar la economía cubana tal como es en la realidad. El accesorio óptico para nuestra economía es la eliminación de la pluralidad cambiaria”.
Artículo de Marquetti, tomado de Temas.
La unificación monetaria y cambiaria en Cuba: principales retos
http://www.temas.cult.cu/catalejo/la-unificaci-n-monetaria-y-cambiaria-en-cuba-principales-retos
Hiram Marquetti Nodarse
8/1/2018
Este artículo forma parte del dossier: La Letra de Temas. ¿Cómo viene el 2018?
La gradual eliminación del sistema económico dual, vigente en la Isla desde el año 1993, constituye un paso imprescindible y decisivo, en pro de la consecución de un mayor grado de solidez e incluso certidumbre en la implementación de las reformas en marcha, en tanto se puede afirmar que su ejecutoria representa probablemente, el centro neurálgico de la evolución del proceso de Actualización del modelo económico.
En correspondencia con la importancia estratégica que requiere el necesario ordenamiento del funcionamiento monetario del país, el 22 de octubre del año 2013 el Consejo de Ministros, en su reunión ampliada, adoptó el acuerdo de comenzar a trabajar en el proceso de unificación monetaria. [1]
La ulterior divulgación de esta decisión generó diversas expectativas a escala nacional, sobre todo en el ámbito de la economía real, dado que la paulatina implementación de esta medida deberá contribuir, gradualmente, a superar diferentes distorsiones presentes en la economía, En específico la capacidad para disponer de una base uniforme y fiable en el registro contable de todas operaciones económicas, ya que en la actualidad no resulta posible determinar con certeza cuánto cuesta realmente ninguna actividad económica.
La gradualidad que ha caracterizado la implementación del proceso de eliminación de la dualidad económica y monetaria, ha respondido a diversos factores. Entre otros se destaca el hecho de que la realización práctica de esta decisión comprende el desarrollo de dos transformaciones interconexas, por una parte, deberá verificarse la unificación monetaria, por otra, la introducción de ajustes profundos en la política cambiaria, acción que implicará transitar por una progresiva devaluación monetaria que traerá aparejado determinados costos económicos y sociales que resultará difícil corregir de forma rápida.
En vínculo con lo anterior, debe considerarse que el proceso de unificación monetaria y cambiaria, tendrá que verificarse bajo la persistencia de endebleces macroeconómicas: el mantenimiento de bajos ritmos de crecimiento económico, la inestabilidad en la dinámica de los ingresos que aportan las exportaciones de bienes y servicios, la presencia de factores que propenden a la presencia de condiciones potenciales de riesgo de iliquidez, las presiones que ejerce la política de honrar de forma puntual las obligaciones financieras externas contraídas, insuficientes niveles de las reservas monetarias internacionales, etc. A esto se adiciona el mantenimiento de la crisis como un componente consustancial a la evolución del ciclo económico nacional.
La supresión del régimen de dualidad económica y monetaria presupone también la evaluación profusa de las decisiones que deberán adoptarse, en paralelo a la unificación, en las cuales sobresalen las modificaciones en el sistema bancario, de precios, en el funcionamiento financiero, fiscal, cambiario, de remuneración laboral; así como en el acomodo que deberá experimentar el mecanismo de asignación administrada de la divisa.
En general, el accionar de conjunto de los factores antes descritos, ofrece la posibilidad de explicar por qué en el período transcurrido con posterioridad a 2013, la eliminación de la dualidad económica no presentó progresos tangibles.
II
La unificación cambiaria representa probablemente uno de los aspectos más complejos que comprende el proceso de ordenamiento monetario, ya que no se trata simplemente enfrentar la situación tradicional de sobrevaloración cambiaria, sino el lograr transformar el empleo del tipo de cambio en un instrumento estratégico para la toma de decisiones en el sistema empresarial, dado que en términos prácticos solo existe una visión limitada en torno a este tema en las empresas vinculadas al sector externo.
La unificación cambiaria deberá estar precedida de la eliminación de la circulación del CUC, proceso que presentaría determinadas complejidades, en tanto de forma objetiva pudieran surgir incompatibilidades y trastornos en la transición de un modelo de gestión anclado en la divisa, a otro sustentado exclusivamente en el peso, además de que se requiere crear un marco de convertibilidad mínima del peso como indica Joaquín Infante (2017).
Huelga recordar que por diversas razones no existe un desarrollo adecuado del mercado financiero doméstico y tampoco se dispone de un esquema de “cadecas” estrictamente para el sistema empresarial estatal, que les facilite satisfacer determinados requerimientos financieros.
De igual modo, la unificación cambiaria incidirá con fuerza en la estructura de los precios relativos y, por consiguiente, en las posibilidades de determinar los niveles de rentabilidad empresarial. Incluso podría generar presiones fiscales adicionales, en tanto es previsible que se produzca un incremento de los recursos financieros que se utilizarían para compensar a las empresas que resulten afectadas de forma directa por la referida unificación.
Un reto implícito que acompañará la unificación cambiaria es la devaluación que deberá experimentar el tipo de cambio vigente, tanto para las transacciones oficiales como para la población. Por razones objetivas, la adecuación del tipo de cambio incidirá en la dinámica de los precios internos, como ya indiqué, en términos prácticos se convertiría en un factor potencial que incentivaría el incremento de las presiones inflacionarias. [2]
Aún se desconocen las escalas cambiarias que surgirán del proceso de devaluación, aunque en la actualidad está funcionando un sistema cambiario de tipo múltiple, en particular para las transacciones entre el sector estatal y no estatal. En las propuestas realizadas por Humberto Pérez (2016) y Joaquín Infante (2017) se sugiere que se aplique una devaluación general —tanto para el sistema empresarial como para las personas— de 1 CUC = 15 CUP, la cual es mayor a la vigente en algunos espacios estatales y a las transacciones ya referidas (1 CUC = 10 CUP). Con independencia de que se acepte o no la propuesta de Pérez e Infante, la devaluación prevista es significativa y sus impactos en el corto plazo podrían resultar significativos.
En otra perspectiva, la devaluación a mediano plazo deberá convertirse en una motivación al incremento de las exportaciones. Recordemos que durante la prevalecencia de la dualidad monetaria, el referido régimen monetario tendía a incentivar con más fuerza la propensión importadora que las ventas internacionales. Por supuesto, no se debe esperar automatismo derivado de la devaluación, es decir, que los beneficios que acompañarán a esta decisión no implicarán de inmediato el incremento de las exportaciones.
En este nuevo contexto de eliminación del sistema monetario dual, la política monetaria deberá además privilegiar el mantenimiento de los equilibrios macro, así como lograr un mejor nivel de interrelación con la política fiscal e impositiva. De igual modo, la política cambiaria deberá moverse hacia un marco operacional más flexible y de mayor peso en la dinámica de funcionamiento económico interno, en el que tienda a transformarse en un componente estratégico de la gestión económica, tanto a escala empresarial como gubernamental y, en paralelo, facilitar la creación de aquellas condiciones macroeconómicas básicas que posibiliten orientar la gestión económica y evaluar, con mayor certeza, la capacidad competitiva de la economía nacional.
En general, el proceso de unificación monetaria y cambiaria ha transitado por lo que pudiéramos definir como la primera etapa del proceso, que comprende la promulgación de los documentos jurídicos en que deberán sustentarse las empresas, llegado el momento de suprimir la circulación del CUC: casi se ha generalizado el empleo del CUP en el segmento de mercado que opera en divisa, a la tasa de cambio vigente en las CADECA, en las transacciones con la población; el Banco Central de Cuba realizó la emisión de signos monetarios de mayor denominación para lograr un mejor ordenamiento de la circulación monetaria, mientras que, en relación con la política de tipo de cambio, aún no hay claridad en cuál será el tipo de cambio que quedará vigente después de la unificación, en tanto se continúan empleando diferentes tasas cambiarias.
Finalmente, si compleja resultó la construcción de un sistema de funcionamiento económico anclado en el empleo de la divisa; aún más complicado deberá ser el retorno a un marco regulatorio dependiente de forma exclusiva del peso cubano tradicional (González, 1998), el cual deberá contemplar su ulterior avance hacia el necesario reconocimiento internacional, que coadyuve a disponer de condiciones mínimas de convertibilidad monetaria a escala internacional.
Bibliografía
Resoluciones 19, 20 y 21 de 2014, del Ministerio de Finanzas y Precios. Gaceta Oficial, Extraordinaria, del 6 de marzo de 2014.
González, A. (1998) “Economía y sociedad: los retos del modelo económico”. Temas, n. 11, julio-septiembre.
Infante, J. (2017) “Eliminación de la pluralidad monetaria y cambiaria”. Documento de la Asociación de Economistas de Cuba.
Pérez, H. (2016) “Principales debilidades internas actuales del modelo y perspectivas de nuestro socialismo”. Catalejo (Temas), 6 de octubre.
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[1]. Para mayor detalle, véase “Nota oficial del Gobierno de la República de Cuba”. Granma, 25 de octubre de 2013, La Habana.
[2]. La ampliación de las posibilidades para el ejercicio del trabajo por cuenta propia, la eliminación de subsidios, la introducción de otras formas de gestión de la propiedad estatal, entre otras medidas, han provocado la progresiva tendencia al incremento de los niveles de los precios internos.
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