6 de marzo de 2020
Nota de El Estado como tal: El colega Humberto Pérez ha escrito dos textos reaccionando a los artículos publicados por Omar Everleny Pérez sobre las tiendas en divisas y la unificación monetaria y cambiaria en Cuba. Los dos textos de Humberto Pérez se publican por separado en El Estado como tal. Este primero que aparece a continuación aborda propiamente de los comentarios realizados a los artículos de Omar Everleny Pérez. Un segundo texto que se publicado separadamente presenta una serie de propuestas de Humberto Pérez sobre el tema. Para facilitar la lectura, se han colocado al final los dos artículos de Omar Everleny Pérez: “Las tiendas recaudadoras de divisas en Cuba y sus aspiraciones”, publicado originalmente en IPS el 4 de marzo de 2020 y “Cuba: ¿Se acerca el Día 0 de la unificación monetaria?”, publicado originalmente en On Cuba el 5 de marzo 2020.
Comentarios de Humberto Pérez
Motivado por los dos últimos e importantes artículos de Omar Everleny en relación con que se acerca el Día 0 para dar inicio al proceso de Unificación Monetaria y en relación con las tiendas recaudadoras de divisas, me he sentido estimulado a romper la actitud y status de perfil bajo sobre estos asuntos, mantenida en los últimos meses, a partir de considerar que ya había escrito bastante alrededor de ellos y entendiendo que no tenía sentido volver una y otra vez acerca de criterios y sugerencias sobre los que había insistido repetidamente en los años 2016, 2017, 2018 y 2019.
Everleny nos recuerda correctamente en el primero de sus trabajos que “no estamos en una etapa de critica sino de actuar” y cierra su segundo y último artículo planteando que “las máximas autoridades han exhortado a que se propongan ideas para el perfeccionamiento de la economía cubana. Este es mi aporte”.
En el mismo sentido y en coincidencia con estas palabras de Everleny, ya en mi trabajo titulado “Principales debilidades internas del modelo y perspectivas de nuestro socialismo”, escrito y publicado en Temas y otras páginas web en octubre de 2016 (Catalejo, revista Temas, 6 de octubre de 2016. http://www.temas.cult.cu/catalejo/principales-debilidades-internas-actuales-del-modelo-y-perspectivas-de-nuestro-socialismo ), había expresado que: “Es necesario que los partidarios honestos del proyecto socialista dentro de nuestra academia actual, a la que aprecio altamente calificada y nutrida, se de a la tarea de elaborar propuestas concretas, que exista alguna institución que actúe como centro receptor y, en debate libre, aúne criterios que puedan ayudar a los órganos decisores a prever y tomar las mejores y más prontas respuestas prácticas para desenredar la madeja y preservar y desarrollar nuestro socialismo”.
A esta exhortación la acompañe en aquel entonces con varias reflexiones y propuestas concretas a las que siguieron varios artículos más con modestos razonamientos e intentos de aportes, los que desarrolle de manera más completa principalmente en mi artículo titulado “Reforma monetaria y cambiaria con aumentos de salarios y pensiones” publicado en Temas a finales de junio del 2018. (“Reforma monetaria acompañada del aumento de salarios y pensiones. Reflexiones y sugerencias”, “Catalejo”, de la revista Temas. La primera parte fue publicada el 22 de junio de 2018 http://www.temas.cult.cu/catalejo/reforma-monetaria-acompa-ada-del-aumento-de-salarios-y-pensiones-reflexiones-y-sugerencias . La segunda parte fue publicada el 25 de junio de 2018 http://www.temas.cult.cu/catalejo/reforma-monetaria-acompa-ada-del-aumento-de-salarios-y-pensiones-reflexiones-y-0).
En estos momentos me sumo a Everleny de nuevo como proponente de ideas concretas y prácticas que puedan contribuir al perfeccionamiento de nuestra economía, en lo que no es más que un resumen actualizado de anteriores propuestas y sugerencias que sigo considerando válidas.
A la vez manifiesto determinadas discrepancias con Everleny.
En otro artículo adicional que también adjunto desarrollo otras varias y determinantes propuestas complementarias a las que hago en este, en el que expongo lo que considero medular. [Nota: se refiere al segundo artículo publicado por separado en El Estado como tal].
Mis propuestas de pasos principales a dar para eliminar la dualidad monetaria, la multiplicidad cambiaria y aplicar un sistema salarial y aumentos en salarios y pensiones sin esperar por aumentos en la producción y la oferta, ni alcanzar crecimientos del 5-6 % del PIB, ni esperar por los 2500 millones de USD. anuales en inversiones extranjeras ni a recibir financiamientos externos para apoyar estas medidas, son las siguientes:
Como introducción quiero manifestar que en mi comprensión se hace necesario dar estos pasos no después de crecer sino para crecer, para destrabar y liberar nuestras fuerzas productivas y para responder, en contraofensiva, al arreciamiento del bloqueo aplicado por Trump, a la vez que dando cumplimiento a lo orientado al respecto en la Conceptualización, en los Lineamientos y en la Constitución.
PRIMER PASO: Proceder de inmediato, en un plazo de 2-3 meses, a eliminar el CUC tanto en las relaciones con la población como en las relaciones interempresariales sin cambiar en un primer momento las tasas de cambio actuales.
I—En relación con la población.
No hacerlo a cuenta gotas y con excesiva gradualidad como resultaría de pasos como los dados hasta ahora, al abrir algunas tiendas que cobran en CUC o CUP pero dan el vuelto solo en CUP y, más recientemente, eliminar la posibilidad de pagar en CUC en determinadas unidades gastronómicas e ir extendiendo esto cada vez más, lo que se ha ejecutado además, con perdón de los compañeros involucrados, de manera chapucera, imprevista y no anunciada ni explicada convincentemente y de manera anticipada ante la población (adicionalmente dado a conocer por funcionarios de segundo nivel del MINCIN y no por el BCC que es el rector de la política monetaria y de cobros y pagos del país), situando a dicha población en la difícil situación de verse con una masa de CUC en la mano cuya capacidad de compra resulta abruptamente disminuida y mutilada, convirtiéndola en víctima propicia a la especulación de los aprovechados que le ofrecen un cambio de CUP por CUC a una tasa mucho más desfavorable que la oficial de 24×1.
Lo que entiendo debió hacerse y aún se está a tiempo de hacer es dar los pasos siguientes:
1—Orientar a todos los que tengan ahorros en CUC en cuentas bancarias y/o en sus domicilios que procedan a cambiarlos por CUP en los Bancos y las CADECAS a la tasa vigente de 1 CUC=24 CUP, dando un plazo de 2-3 meses y una fecha final para concluir dicho proceso.
Para la ejecución eficiente de este paso sería necesario pertrechar debidamente a las CADECAS con las cantidades de CUP suficientes incluyendo billetes de altas denominaciones. Como elemento desfavorable tengo el conocimiento de que actualmente se han cerrado algunas CADECAS y las que están abiertas se encuentran insuficientemente abastecidas de CUP y sobre todo de billetes de 200 CUP o mayores.
2—Crear las condiciones en ese plazo de 2-3 meses en todos los establecimientos del mercado minorista estatal (comercio y gastronomía) incluyendo a las llamadas TRD y similares, para el paso a la ejecución de todas las ventas de productos y servicios solo en CUP a partir de una fecha dada al vencimiento de dicho plazo. Por lógica a ello se verían obligados todos los establecimientos y ventas de los particulares.
3—Crear las condiciones y establecer los procedimientos en el mismo plazo en los Bancos y CADECAS para comenzar a ejecutar en lo adelante los cambios de las diversas divisas extranjeras, a extranjeros y cubanos, directamente por pesos cubanos (CUP) utilizando como base de cálculo al USD, a partir de las tasas con el CUC como intermediario actual con el CUP. El CUC desaparecería de la escena.
Esto fue lo prometido por la dirección del país cuando anuncio la unificación monetaria desde hace varios años.
II—En el sector empresarial estatal y cooperativo.
1—En el mismo plazo de 2-3 meses crear las condiciones y establecer los procedimientos para que todas las empresas estatales y cooperativas a partir de la fecha que se les indique como día D o día 0, pasen a llevar todas sus cuentas contables (inventarios, activos fijos y demás activos y pasivos, etc.) y realizar sus diversas informaciones solo en CUP, sin hacer todavía por el momento ninguna modificación del tipo de cambio actual sino manteniendo los cálculos, en los casos que sea necesario y así proceda, sobre la base de 1 USD=1 CUC=1 CUP o según las otras tasas cambiarias que para determinados casos existen actualmente entre el CUC y el CUP en las relaciones inter empresariales.
2—Pasar todas las cuentas bancarias de las empresas estatales y cooperativas a ser denominadas solo en CUP.
En los casos de las empresas que tengan cuentas bancarias denominadas en CUC a los fines del manejo y asignación de divisas extranjeras (CL, etc.) y de autofinanciamientos cerrados, dichas cuentas pudieran ser nominalizadas como cuentas especiales separadas pero denominadas también en CUP.
Simplemente se trata de eliminar al CUC como intermediario innecesario en todas y cada una de las funciones monetarias que hoy desempeña: moneda de cuenta, medio de circulación, medio de pago, etc.
NOTA IMPORTANTE: En este momento, concluido este Primer Paso, solo se habrá eliminado o estaría en proceso de eliminación la dualidad monetaria tanto en las relaciones con la población como en las relaciones interempresariales, pero la multiplicidad cambiaria, que es el problema principal, aun no se habrá eliminado.
Habrá que tener en cuenta el caso de las empresas totalmente extranjeras y empresas mixtas a las que pudiera autorizárseles tener cuentas en divisas extranjeras además de cuentas en CUP, pero nunca cuentas en CUC ni a realizar operaciones utilizando el CUC que ya habrá sido eliminado a todos los efectos.
SEGUNDO PASO.
1–A partir de cumplido el primer plazo de 2-3 meses explicado antes, comenzara en el sector empresarial estatal y en las cooperativas (en la medida en que corresponda) un trabajo de preparación de condiciones para asimilar en este sector un cambio de todas las tasas cambiarias actualmente existentes por una tasa cambiaria de 1 USD= X CUP. En mi consideración dicha tasa debe significar una importante devaluación del CUP, pasando como mínimo a ser de 1 USD=15 CUP o tal vez un poco mayor pero siempre por debajo de la de 1×24 que es aproximadamente la actualmente existente para con la población. Esto es fundamental, como veremos más adelante, para disponer de la única fuente interna de financiamiento a utilizar para cubrir los aumentos de salarios y pensiones sin crear inflación.
2—Se pronosticará durante el transcurso de un año aproximadamente los efectos, con todas sus consecuencias e interinfluencias, el pasar de la tasa de cambio actual de 1 USD= 1CUP a la nueva tasa que se considere adecuado aplicar de inicio.
Deben recalcularse los inventarios existentes y todos los elementos del costo que resulten influidos por esta devaluación del CUP y su reflejo en los costos totales y en los precios mayoristas de las empresas.
3— Simultáneamente, se comenzará a trabajar de inmediato en la elaboración de una Reforma Salarial integral, por sectores y con todas las escalas y tarifas que se entienda adecuado aplicar a las diferentes categorías ocupacionales, conformando un sistema de ingresos salariales que estimule un mayor rendimiento individual de todos los trabajadores, una motivación para obtener cada vez mayor calificación y una disposición para asumir puestos y cargos de responsabilidad creciente. El sistema debe contemplar, siempre que sea posible, que el ingreso salarial tenga una parte móvil y que contemple diversos pluses por condiciones anormales, ramas y territorios priorizados y actividades de interés social y difícil reclutamiento de personal, etc.
A diferencia de cómo se está haciendo actualmente, los ingresos salariales no deben estar vinculados a los resultados de la actividad económica de la entidad donde se trabaje sino solo a la calificación y complejidad de los puestos de trabajo y al esfuerzo y resultados personales de cada trabajador en su carácter de tal. Solo así se podrá cumplir el principio de “salario igual a trabajo igual”, pues si se hace depender de los resultados de la actividad de las empresas se producirán muchos casos de trabajadores obteniendo diferentes salarios por iguales trabajos debido a trabajar en diferentes empresas con posibilidades ramales, territoriales y técnicas de mayor o menor rentabilidad y abastecimientos y, en casos, por falsas apariencias determinadas por una contabilidad y cálculos no siempre confiables y por los resultados de otras unidades económicas asociadas sobre los cuales no se tiene influencia alguna.
Los ingresos personales de los trabajadores derivados de los resultados económicos periódicos de la entidad donde trabajen deben ser un componente adicional del total de sus ingresos no ya como simples trabajadores, sino que los deben recibir como parte de las ganancias producidas y retenidas para ser repartidas entre ellos en su carácter de dueños colectivos de los medios de producción con que trabajan.
En la Reforma que se elabore se debe contemplar un salario mínimo de 1000 CUP y un salario medio resultante de no menos de 2000 a 3000 CUP. La pensión mínima también debe elevarse a 1000 CUP.
La Reforma Salarial deberá ser elaborada y aprobada en el transcurso del resto de este año 2020, crear las condiciones para su aplicación y proceder a su implementación gradual a partir de enero de 2021.
4—En este periodo (resto del 2020) se deberá elaborar asimismo una Reforma de Precios Mayoristas. Habrá que establecer nuevos precios de empresa y precios mayoristas en general teniendo en cuenta los efectos de la nueva tasa de cambio y de los incrementos salariales previstos.
Los cálculos se realizarán por aproximaciones sucesivas de modo iterativo a partir de la fecha que se determine, y contando con la participación de todas las entidades estatales y cooperativas del país, de todos los organismos y órganos del poder popular, de los sindicatos, bajo una rectoría central y contando con el asesoramiento de especialistas calificados en cada tema.
NOTA: No me está claro cómo ha sido posible tener determinados, ya en estos momentos, los listados de precios a que hace referencia Everleny en el comienzo de su artículo, sin haberse determinado la nueva tasa de cambio y sus efectos en cadena y así mismo los efectos de un estimado de los nuevos salarios que se prevea aplicar.
En lo que resta de este 2020 se prepararán todas las condiciones técnicas y contables y se preparara al personal para elaborar el Plan de la Economía Nacional para 2021 a partir de la nueva tasa de cambio y de los nuevos precios de empresa y mayoristas.
El Plan del 2021 ya deberá ejecutarse sobre la base de estos nuevos precios y costos y de la nueva tasa.
La modificación de las tasas de cambio no debe aplicarse en medio de un Plan ya en ejecución.
TERCER PASO.
Pasar al uso uniforme en toda la economía de una tasa de cambio única, a la aplicación de la Reforma de Precios mayorista y a la implementación gradual de la Reforma Salarial a partir de enero de 2021.
Es indudable que se producirá un incremento significativo en los costos de las empresas, pues tendrán que multiplicar los precios de importación en divisas de los insumos por un CUP devaluado. En consecuencia, aumentaran los precios de empresa y mayoristas a que deben vender su producción para no experimentar perdidas, y la cadena de interinfluencias llegara a los precios minoristas los que también debieran ser correspondientemente aumentados. Pero esto incidiría desfavorablemente en la población a la que debemos proteger de los efectos de choque que puedan derivarse de las medidas a aplicar.
Es mi apreciación que esta resultante negativa de empresas con perdidas ocurrirá solo en las empresas que no sean exportadoras netas de productos o servicios, es decir ocurrirá en las total o principalmente importadoras y en aquellas que, aun cuando sean exportadoras, sus costos por consumir productos importados sean mayores que sus ingresos por exportar producciones y servicios.
Es decir que al multiplicarse por un CUP devaluado tanto los costos por el consumo de productos y servicios importados como los ingresos por exportaciones de productos y servicios se producirá un resultado neto entre ambos incrementos.
Esto tendrá lugar tanto dentro de la economía de cada empresa como a nivel de toda la economía nacional.
Y mientras el saldo de la balanza del país en bienes y servicios manifieste un superávit de las exportaciones sobre las importaciones el Estado puede centralizadamente compensar la pérdida de unas con la ganancia de otras y subsidiar temporalmente a las primeras sin que los efectos de los aumentos de precios se reflejen necesariamente en los precios minoristas a los que la población debe comprar.
De ello derivo que no será indispensable contar con financiamientos externos si no acudir a estas posibilidades que tiene el Estado para resolver de inicio mediante compensaciones los desajustes internos que se producirán en las empresas estatales y cooperativas al pasar de la tasa de cambio actual a una devaluada.
Sobre estas bases, los precios minoristas en los mercados regulados pueden y deben permanecer sin cambios y en los mercados de oferta y demanda continuar estableciéndose libremente como hasta ahora sin intentar influir artificialmente en ellos, de tal manera que a la población consumidora no llegue ningún efecto inmediato derivado de las simples modificaciones de tasa de cambio realizados en la esfera interempresarial.
Por ello no concuerdo con Everleny en que la devaluación del CUP traerá consigo una fuerte inflación y un aumento de los precios de venta minoristas de manera “dolorosa e inevitable”.
Tampoco comparto la idea de Everleny que frente a ello la respuesta es producir como compensación fuertes incrementos de salarios los que deberían ascender hasta los 3000 CUP mensuales y en casos a 8000 CUP y más.
Los incrementos de salarios que se produzcan serán un factor inflacionario adicional al determinado por la devaluación del CUP, seria “echarle gasolina al fuego de la inflación “, si no se han resuelto o se resuelven mecanismos financieros de compensación que permitan cubrir los indispensables aumentos de salarios y pensiones sin crear inflación y sin tener que esperar por financiamientos externos en los cuales apoyarse, los cuales no tienen ninguna posibilidad en la situación actual.
Un ejemplo reciente de lo que significa como factor inflacionario cualquier incremento de salarios sin la adecuada compensación por la vía de un aumento previo o simultaneo de la oferta o por la disponibilidad de una fuente de financiamiento suficiente y estable, lo tenemos en el justo y necesario aumento de salarios que se aplicó recientemente en la esfera presupuestada. Las tendencias inflacionarias se desataron lógica e inevitablemente y en el intento de contrarrestarlas tuvo que acudirse a contraproducentes medidas administrativas y de topes de precios que finalmente no logran solventar el problema.
A partir de estas consideraciones entiendo que, aun estando de acuerdo con que, en general, deben subsidiarse a personas y no a productos o empresas, en nuestro caso y proceso concretos debe producirse un subsidio temporal inicial a empresas comerciales minoristas y a productos.
Implementación de la nueva tasa de cambio en las relaciones con la población.
A partir la fecha que se determine, concluida la fase de conversión de los CUC en CUP para la población, la tasa de cambio a utilizar para cambiar divisas a los extranjeros y a la población residente se reducirá en un determinado por ciento. En esta relación el CUP se revaluará en lugar de devaluarse.
Los extranjeros y residentes que reciben remesas y otros ingresos en divisas directamente de extranjeros: paladares, taxistas, rentadores de habitaciones, empleados de firmas extranjeras, los que reciben propinas, las jineteras, etc. recibirán una cantidad menor de CUP por cada USD o equivalente en otras divisas extranjeras que presenten en los Bancos y CADECAS en lugar de los 24 CUP que venían recibiendo.
Si la entrada de divisas directas al país a través de la población (remesas y otros ingresos) se convierte actualmente en aproximadamente 70-80 mil millones anuales de CUP a la tasa de 1×24, el pasar a una tasa menor representara una reducción de la demanda solvente primaria procedente de esas fuentes exógenas.
Si, por ejemplo, la tasa de cambio se reduce de 1×24 a 1×18 (en un 25%), esa entrada de divisas convertida a CUP resultaría de solo 50-60 mil millones anuales, o sea, unos 20 mil millones menos de circulante por esa vía en manos de la población.
Y esta será la fuente financiera principal para dar respuesta a los aumentos salariales y de las pensiones arriba mencionados. El monto de esta reducción se trasladaría como aumentos salariales y de las pensiones, desde la minoría de la población privilegiada que hoy los disfruta, hacia la mayoría de la población cuyos ingresos legales no les alcanzan para vivir como está reconocido oficialmente.
Según los datos de la ONEI, el total de salarios, pensiones y asistencia social que reciben los trabajadores y la población en general es de apenas unos 40 mil millones de CUP.
Si se usa el equivalente a los 20 mil millones de CUP disminuidos por la reducción de la tasa de cambio a 1×18, para cubrir los aumentos de salarios y pensiones ello permitiría en un solo año aumentar estos en un 50%, sin aumentar la masa monetaria total en circulación y sin crear, por tanto, inflación.
Y si la demanda solvente primaria total no se incrementa los precios minoristas pueden mantenerse a los niveles actuales sin que se produzca un desequilibrio monetario.
Incluso puede influir en una cierta rebaja de los precios en los mercados de oferta y demanda pues los millones de CUP hoy concentrados en la demanda de una minoría resultarían dispersos entre una mayoría de demandantes lo que la haría menos densa e intensa.
Otra fuente para los incrementos de los salarios y las pensiones pudiera estar en el salario que se libere por la continuación del proceso de racionalización en el sector estatal sobre el cual en cierto momento se dijo que tenía un excedente oculto de más de 1 millón de trabajadores.
Para esto, sin crear situaciones indeseables de desempleo, es necesario que se eliminen trabas existentes y se creen condiciones aun no existentes para el desarrollo del sector cooperativo y privado que sería el receptor de los trabajadores racionalizados en el sector estatal.
Una tercera fuente a ser explorada para financiar los necesarios incrementos salariales y de las pensiones es el potencial resultado de revisar el reparto que hoy se hace del Valor Agregado Disponible entre lo destinado al Consumo Personal de los Hogares y lo destinado al llamado Consumo de Gobierno y a la Formación de Capital.
Tal vez haya una parte de lo que hoy se colecta y gasta centralizadamente por el Estado que pudiera ahorrarse sobre todo en los denominados Gastos de Gobierno y redestinarse a favor al Consumo Personal o sea del Producto o Valor Necesario que pertenece a los trabajadores que lo crean para poder reponer debidamente el valor de su fuerza de trabajo que incluye sus necesidades básicas y las de su familia hoy reconocidamente insatisfechas.
Respecto a la preocupación política de que la reducción de la tasa de conversión de las divisas a moneda nacional pueda crear problemas con la población que hoy recibe divisas por una u otra vía y que sería afectada, hay que tener en cuenta que, dentro de la población que recibe remesas e ingresos directos en divisas como las propinas, etc., hay un segmento intermedio, entre la minoría privilegiada que vive de sus ingresos en divisas por una u otra vía y que les resultan suficientes, y la mayoría que solo recibe en casos pequeños montos esporádicos de divisas y vive fundamentalmente de sus salarios y pensiones.
Este segmento intermedio, formado por aquellos que, aun recibiendo ingresos salariales y pensiones en CUP, reciben adicionalmente ingresos en divisas procedentes principalmente de propinas y remesas que complementan sus ingresos totales personales y que les permiten subsistir resultara afectado por un lado por la disminución de la tasa de cambio (revaluación del CUP para con la población) pero por otro lado resultara beneficiada y compensada por los aumentos salariales y de las pensiones.
Habría que tener muy en cuenta a este segmento, cuantificar en lo posible su magnitud y adoptar las medidas que fueren necesarias para evitar que les resulte un perjuicio neto muy significativo y pueda generarse en el mismo una situación de malestar que lleve a consecuencias políticas desfavorables.
En cuanto a las personas naturales integrantes de formas de propiedad y producción no estatales (MYPYMES y parte de los auténticos TPCP) que reciben principal o únicamente ingresos en divisas, tanto para su consumo como para el desarrollo de sus negocios y que serían los más afectados relativamente por la revaluación del CUP en su cambio con las divisas, resultan una muy pequeña minoría de la población total del país.
A partir de los datos de la ONEI y de artículos de la prensa oficial el total de los que clasifican como TPCP ascienden a poco más de 600 mil. De ellos un 25% aproximadamente (unos 150 mil) son empleados lo que solo deja como dueños de MYPYMES y auténticos TCP a solo unos 450 mil.
Este segmento totalmente minoritario, que resultaría el más afectado por la revaluación del CUP (e insisto que solo relativamente), tendría suficientes vías de compensación para sus intereses y aspiraciones al aplicarse, simultáneamente con el cambio de tasas o incluso adelantadas a esta, el conjunto de medidas a que hago referencia en el segundo artículo que adjunto bajo el título de COMENTANDO A EVERLENY II.
Por otro lado, no debemos olvidar que este segmento minoritario ha vivido años de privilegio que los han llevado a conformar en nuestra estructura social un segmento de nuevos ricos, a veces bastante ricos, mientras la mayoría de nuestros trabajadores y de nuestra población, a la que se trasladaría como ingresos una parte de lo que se les reduce a ellos por la vía de la tasa de cambio, ha vivido en una crónica terapia de choque con ingresos que no les alcanzan para vivir.
ARTÍCULOS DE OMAR EVERLENY PÉREZ
Las tiendas recaudadoras de divisas en Cuba y sus aspiraciones
¿Qué venderán por internet, si ni en las tiendas físicas se pueden encontrar los productos básicos?
Omar Everleny Pérez Villanueva
4 de marzo de 2020
IPS
Lo que está sucediendo actualmente en el mercado minorista en divisas en Cuba no se podría haberse imaginado ni en las peores predicciones de meses atrás. Factores internos y externos lo han provocado, desde el recrudecimiento del bloqueo estadounidense a Cuba hasta las bajas producciones nacionales, que incluyen ineficiencias productivas e institucionales, entre otros aspectos.
Se está ante una escasez de productos, incluso de primera necesidad. La población siente preocupación porque debe hacer largas filas para adquirir productos que aparecen y con la misma desaparecen de los anaqueles. Las familias realizan compras masivas para cubrirse de futuros desabastecimientos y otros hacen lo mismo para revender en lugares alejados adonde no llegan las mercancías con la misma frecuencia. La red de tiendas muestra estantes vacíos o con el mismo tipo de producto, incluso muchas cerraron áreas destinadas habitualmente a ferretería, por ejemplo.
Estas realidades hubiesen podido preverse en caso de realizarse una unificación monetaria mal diseñada y/o ante imprevistos de esta unificación. ¡Pero aún no se ha realizado la unificación monetaria y se siguen comercializando los productos en pesos cubanos convertibles (CUC) al tipo de cambio en Cadeca! ¿Qué está pasando? Las acciones aisladas o “experimentos” de camino a la unificación como dar vueltos en pesos cubanos (CUP) en algunas tiendas y no aceptar CUC por parte de transportistas o en ciertas instalaciones, no impactan como para provocar tal desabastecimiento.
Llama la atención cómo periódicamente se realizan programas televisivos, donde se explican las nuevas formas de comercialización de productos en moneda libremente convertible (MLC), se habla de ferias comerciales de las cadenas de tiendas o sobre las nuevas aplicaciones para comercializar productos a través de internet. Pero no se le ha dado las suficientes explicaciones al pueblo sobre los faltantes de mercancías que está habiendo, los motivos reales, soluciones y plazos, aspectos que son mucho más importantes y cruciales para la población. ¿Qué venderán por internet, si ni en las tiendas físicas se pueden encontrar los productos básicos?
Supuestas causas
A falta de información oficial, solo queda suponerque las nuevas medidas del bloqueo de EE.UU. hacia Cuba no solo están golpeando las compras de petróleo y sus derivados, sino también las compras de mercancías para las cadenas de tiendas; o que una nueva crisis financiera esté reduciendo la asignación de liquidez en MLC para que las cadenas de tiendas puedan adquirir las mercancías y reabastecerse.
Lo primero parece lo menos probable, ya que las tiendas mayoritariamente lo que comercializan no son productos de origen norteamericano, y el bloqueo no tiene por qué haber alcanzado con igual virulencia –como sí en el petróleo- la transportación y seguro marítimo de los productos destinados al comercio minorista, provenientes de otras naciones. La falta de MLC y los impagos a proveedores extranjeros parecen ser los motivos fundamentales de la actual situación. ¡Impagos considerables a proveedores, no ya de productos utilizados en la economía interna en CUP, sino destinados para ser comercializados en divisas! Incluso impagos a los proveedores recién estrenados de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM), mostrando un camino empedrado a potenciales inversionistas que estén pensando invertir ahí.
No obstante, recordemos las preguntas que nos hacemos constantemente: ¿No creamos las tiendas en divisas precisamente en otra época de crisis para recaudar divisas necesarias? ¿El objetivo no es aumentar las ventas para recaudar más divisas? ¿La actividad de las tiendas recaudadoras ya no es beneficiosa para el país o para su balanza de pagos en divisas, con esos márgenes sobre costos que muchas veces alcanzan o superan el 140 por ciento?
Parece que prevalece el criterio de que los CUC que obtienen las tiendas no salen de las divisas que obtiene el país, por el canje de monedas en Cadeca o de las transferencias internacionales recibidas por bancos y canalizadoras de remesas de ayudas familiares. Si es así, ¿dejaremos morir de asfixia a la clásica “gallina de los huevos de oro” o seguiremos manteniéndola en ese estado de supervivencia inestable?
No cabe duda que se deben estar buscando soluciones para esta situación, pero las mismas no pueden seguir demorando. Y no se refiere a la solución de la escasez de un determinado producto u otro, sino a la solución del dilema de importar más para incrementar la recaudación, o disminuir las importaciones.
Posibles soluciones
Soluciones siempre existen, aunque también suelen ir acompañadas de aspectos negativos.
Una de ellas podría ser pasar todaslas ventas de las tiendas minoristas a MLC, a través de tarjetas bancarias nacionales e internacionales, desapareciendo el CUC. No es una unificación monetaria, por cuanto seguiría existiendo el CUP, de conjunto con el USD, aunque este último no pudiese utilizarse en efectivo. La población podría seguir pagando en efectivo en CUP, pero dado el elevado tipo de cambio de Cadeca y los niveles actuales salariales, cabe esperar que el por ciento recaudado en CUP, del total de ventas de las tiendas en divisas, no sea significativo y no afecte la disponibilidad de divisas para el sucesivo reabastecimiento de las tiendas. La mayor complejidad técnica a resolver tendría que ver con la preparación del sistema bancario para la captación masiva de divisas en las cuentas de las tarjetas, así como del sistema de comunicaciones para el cobro de la totalidad de las ventas a través de Terminales de Puntos de Ventas (TPV).
También hay otra complejidad, de tipo político, pues algunas personas podrían argumentar que no toda la población cuenta con divisas y la medida solo privilegiaría a unos cuantos. Esta idea resulta errónea pues la misma población que hoy cuenta con CUC mañana podría contar con USD o EUR u otras MLC. Los CUC no salen mayormente de los salarios. Esos CUC provienen de ayudas familiares del exterior que pueden acreditarse en las cuentas bancarias, de gratificaciones y otros pagos de extranjeros (que también pueden canalizarse a cuentas en MLC si se elimina la desatinada prohibición bancaria que actualmente existe) o de estimulaciones en divisas en algunas empresas estatales y mixtas. Y los trabajadores por cuenta propia (TCP) podrían pasar a cobrar sus productos y servicios en MLC en efectivo, para luego depositarlos en los bancos (en definitiva, los TCP no tienen un status de empresas, sino que son particulares y pueden recibir efectivo en cualquier moneda); o podrían recibir TPV para cobrar por sus servicios sin mediar el efectivo.
Incluso, hoy en día los trabajadores pueden comprar en tiendas que venden en CUC utilizando el efectivo en CUP, pero con esa moneda se les hace difícil comprar los productos que se comercializan en MLC, ya que la venta de divisas en Cadeca y bancos está suspendida o se ralentiza por la falta de la misma MLC. Además, la escasez de productos en CUC no siempre convierte en una realidad la posibilidad de comprar en CUP. La afluencia de divisas a los bancos permitiría restablecer las ventas de MLC en Cadeca para la población que desease vender los CUP de sus salarios y/o ahorros, pudiendo adquirir cualquier tipo de producto.
Otra solución es volver a restablecer la circulación en efectivodel USD y/o el EUR. No conlleva complicaciones técnicas en bancos y en relación a las comunicaciones, pero sería un paso atrás en la política de que en efectivo solo circule/n en el país la/s moneda/s nacional/es, además de la pérdida de control sobre las divisas en circulación.
Otra posibilidad es dar licencias a cadenas de tiendas internacionales (tipo Carrefour, Auchan/Alcampo, Mercadona, etc.) para que establezcan tiendas en Cuba, con la obligatoriedad de que un por ciento de las ventas vayan al Estado como impuesto de circulación. Por ejemplo, cuando hoy un producto que cuesta 100 unidades, se vende en 240, multiplicando el costo de compra por un coeficiente de 2.4 (140 por cientosobre el costo; o 58.3 por ciento de margen sobre venta: 140/240*100), un por ciento estaría cubriendo costos operativos de las tiendas (salarios, insumos para la comercialización, depreciación, transportación, almacenamiento, pérdidas/mermas, etc.) y otra parte cubriría el costo del producto. El resto quedaría como la utilidad neta, que en definitiva es lo que podría obtener el Estado como dueño de la tienda.
Desconociendo la realidad, imaginemos que hoy la utilidad neta sobre ventas totales de las cadenas de tiendas estatales CIMEX y TRDesté en40 por ciento o cercana al 100 por ciento sobre el costo del producto. Bajo este supuesto, si una cadena de tiendas internacional vende un producto por 100 USD y se establece que deben pagar al Estado el 40 por cientode impuestos sobre ventas, el Estado estaría recibiendo prácticamente lo mismo que hoy recibe como dueño de CIMEX o TRD. Lógicamente, las ventas no podrían ser en CUC porque estaríamos ante las mismas dificultades actuales para lograr la convertibilidad a MLC de los CUC obtenidos en las ventas y mantener el reabastecimiento de las tiendas. Las ventas tendrían que ser por tarjetas en MLC, nacionales o internacionales, pero también se sumaría la experiencia y alcance de estas cadenas internacionales para comercializar sus productos por internet, que permitiría al Estado desprenderse de las complicaciones de la logística, administración y otras dificultades que debería enfrentar como gestor y administrador de las tiendas. Sin contar los ingresos que pudieran obtenerse por alquiler de tiendas o por derecho de uso de la tierra, si esas cadenas internacionales deciden construir sus propios locales desde cero. O la posibilidad de que el Estado se quede con un por ciento de las acciones de las empresas mixtas que se pudiesen crear en Cuba, de conjunto con las cadenas de tiendas internacionales.
Opciones puede haber varias, no solo las descritas. En cualquier caso, dejar las tiendas desabastecidas por falta de liquidez externa o por cualquier otro motivo, cuando la mayor parte de la población satisface allí gran parte de sus necesidades de todo tipo no parece que sea la opción más ventajosa ni la más adecuada, bajo ninguna circunstancia. Si las ventas de estas tiendas ayudan a captar divisas y las utilidades obtenidas pueden canalizarse para otros planes del país, la opción de dejar de vender o disminuir las importaciones para sus anaqueles, a la larga disminuirán los fondos con que pueda contar el Estado en el futuro, para cualquier propósito.
Las máximas autoridades han exhortado a que se propongan ideas para el perfeccionamiento de la economía cubana. Este es mi aporte.
Cuba: ¿Se acerca el Día 0 de la unificación monetaria?
Las máximas autoridades han exhortado a poner sobre la mesa ideas para el perfeccionamiento de la economía cubana. No estamos en una etapa de criticar, sino de actuar.
Omar Everleny Perez
marzo 5, 2020
Publicado en On Cuba
Desde hace algún tiempo en las redes sociales andan circulando listados de los nuevos precios que deberán implementarse en el país después del llamado Día 0.
Son lógicos teniendo en cuenta que cuando llegue ese día, también deberá modificarse la tasa de cambio vigente para las empresas estatales cubanas de 1 CUC por 1 CUP, lo cual traerá consigo un aumento de los precios de venta.
Pero esa lógica termina cuando se publiquen los incrementos de salarios o pensiones que necesariamente deben acompañar también este proceso. Se plantean incrementos en productos y servicios. Una de las tablas del documento, cuya autenticidad al parecer es firme, muestra un resumen de la cantidad de bienes o servicios que verán incrementar su valor.

Es curioso observar en algunas tablas –por ejemplo, la de los precios normados– cómo se plantea pasar el precio de 0.70 centavos de CUP la libra normada de pollo a 20 pesos CUP. O el aceite vegetal de 0.40 centavos a 12 pesos CUP. Y así, sucesivamente, con todos los productos de la canasta básica. Asimismo, se maneja un incremento en todos los servicios: agua, alcantarillado, telefonía, transportes y comunicaciones, entre otros.
Parece ser real lo que circula, pero en todo caso no se podría realizar inmediatamente. Primero el país debe hacer un esfuerzo por regularizar los abastecimientos en los diferentes mercados.
Como hemos venido sosteniendo, estos precios estarían acordes con los incrementos salariales. Mediante un simple cálculo se puede comprender que tendrían que estar por encima de los 3.000 CUP, y en determinadas profesiones pudiera llegar a los 8.000 CUP e incluso más.
Este proceso pudiera implicar la desaparición de la libreta de abastecimiento, muy polémica a lo largo de los años como abanderada de un sistema universal de protección. Sin embargo, para el Estado sería más conveniente acudir a una asistencia más focalizada, idea que un grupo de economistas vienen defendiendo desde hace muchos años: entregar bonos de alimentación a las familias más desfavorecidas. No subsidiar productos universalmente, sino a personas.
Es un propósito desde hace mucho planteado el de ir eliminando una de las dos monedas nacionales en favor del CUP. Un proceso a mi juicio excesivamente gradual y con demasiada experimentación. En algunas tiendas se permite pagar en CUC, pero el vuelto se entrega en CUP. También se acaba de suprimir el uso del CUC en entidades gastronómicas estatales. Estos pasos, indica que sí van preparando la llegada del Día 0. Pero, ¿cuánto más falta?
No parece que el gobierno lo sepa exactamente, pero si lo supiera, tiene que conocer todas las distorsiones que se crean en la medida en que se siga postergando el proceso. Es verdad: la gradualidad suaviza las afectaciones, pero demasiada gradualidad conspira contra el objetivo al que se quiere llegar.
Algunos dirigentes expresan criterios sobre la necesidad de intercambiar y de hacer negocios con las PYMES de otros países que, por supuesto, son privadas. Sin embargo, en el plano interno no se aceleran los pasos para potenciar las pequeñas empresas nacionales. Sabemos la suspicacia que encierra esa decisión, pero el tema cubano está afectado por la capacidad de producción.
La carencia de productos no constituye un resultado de la circulación, sino al revés. Para nadie es un secreto el arreciamiento del bloqueo, pero sobre eso se podría actuar con un efecto contrario a lo que se pretende, que es incrementar la producción. Esto puede suceder si se liberan las fuerzas productivas para que Cuba pueda salir de un crecimiento sostenidamente bajo.
Las compras de carros en MLC que se han verificado a pocos días de anunciadas sobrepasan los millones en divisas solo en la capital del país. Ello demuestra el monto de las reservas de divisas en manos particulares, que solo se utilizan para el consumo. ¿Sería entonces descabellada la idea de establecer una o varias tiendas de tractores y camiones para vendérselos en MLC a los productores privados a fin de que aumenten sus producciones?
¿En qué consiste el temor a autorizar a almacenes mayoristas extranjeros que vendan en MLC y contribuyan con sus impuestos al presupuesto de la nación? Habría un ahorro importante en toda la cadena de suministros y el Estado ganaría un capital, pero los riesgos se traspasarían a los suministradores o cadenas extranjeras. Se trataría de dar licencias a cadenas de tiendas internacionales –tipo Carrefour, Auchan/Alcampo, Mercadona, etc.– para que establezcan tiendas en Cuba con la obligatoriedad de que un porcentaje de las ventas vayan al Estado como impuesto de circulación. Eso no es, en modo alguno, ceder soberanía.
Otra solución sería volver a restablecer la circulación del USD y/o el EUR en efectivo. No conlleva complicaciones técnicas en bancos ni en relación con las comunicaciones. Sería un paso atrás en la política de que en efectivo solo circule/n en el país la/s moneda/s nacional/es, además de la pérdida de control sobre las divisas en circulación, pero el Banco Central seguro se opondría por considerarlo un retroceso.
Entonces, ¿qué hacer? El Estado propone exportar para ingresar divisas, pero solo se exporta lo que se produce con parámetros internacionales de calidad. Y eso solo se logra si se hacen las inversiones necesarias.
Las máximas autoridades han exhortado a poner sobre la mesa ideas para el perfeccionamiento de la economía cubana. No estamos en una etapa de criticar. Pero, lamentablemente, para algunos es más fácil criticar lo que se publica o se propone que concentrarse en proponer nuevas ideas de manera que el Estado pueda contar con un banco de posibles soluciones.
En conclusión, después del Día 0 la población está amenazada con una fuerte inflación. Un proceso doloroso, pero inevitable. El gobierno debe manejar que la subida de precios prevista debe ir aparejada de un fuerte aumento de los salarios. La población está sufriendo los rigores de una crisis que supera lo coyuntural, y el tiempo es más que importante para esas generaciones que solo han vivido una crisis o una parte de la crisis.
Se tienen que dar opciones internas. No hay que ir a buscarlas fuera de nuestras fronteras. Y dar soluciones inmediatas a los problemas. De eso se trata.
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