La misma cuota de trabajo que ha dado a la sociedad bajo una forma, la recibe de esta bajo otra forma distinta
Carlos Marx
Durante más de un decenio he venido señalando las incongruencias que denota este apotegma, fundamentándome en lo siguiente:
1. En toda la obra de Marx, Engels y Lenin no aparece tal expresión.
2. El denominado principio de distribución refleja una concepción estrecha al limitarla al problema salarial, cuando la distribución de la riqueza tiene otras partidas fundamentales como son la parte que se destina a la satisfacción colectiva de necesidades tales como escuelas, universidades, hospitales, el sostenimiento de las personas no capacitadas para el trabajo, las pensiones, etc., las que responden al principio de las necesidades del individuo.
3. El principio que se alude no es socialista, es burgués, lo cual queda claro en la “Crítica del Programa de Gotha”, de Carlos Marx, en “El Estado y la Revolución, de V. I. Lenin, y en el discurso del Comandante en Jefe Fidel Castro en el XIII Congreso de la CTC, además comprobado por el autor en visitas de trabajo y estudio a países desarrollados y subdesarrollados.
4. Señalar que en la etapa actual de construcción del socialismo los individuos aportarán de acuerdo con sus capacidades no es coherente con la realidad de esta etapa, ya que la conciencia del hombre nuevo no se ha desarrollado, ni el trabajo se ha convertido en una necesidad vital, y el Estado no puede ofrecer el empleo de acuerdo con las capacidades del individuo.
5. Consecuentes con los señalamientos anteriores debe quedar bien claro que el trabajador recibe su salario por igual trabajo individualmente, no se trata de condicionar el mismo a los resultados colectivos, para eso existen otros mecanismos.
6. El trabajo se puede medir de acuerdo con su calidad y cantidad. La calidad no se refiere a la calidad del producto, sino a la calidad del trabajo, la que comprende la complejidad y los factores extracalificatorios. La cantidad se mide por el tiempo realmente trabajado o por las unidades de obra realizadas.
7. Considero muy importante que los directivos, técnicos y trabajadores en general dediquen algún tiempo a leer las obras señaladas en el tercer punto presente del presente trabajo.
La Habana, 23 de julio de 2018
NOTA SOBRE EL AUTOR:
Lázaro González Rodríguez. Doctor en Ciencias Económicas y Profesor Titular Adjunto de la Universidad de La Habana. Miembro de Honor de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC). Desde 1961 hasta 1981 laboró en el Ministerio del Trabajo en la esfera de la organización del trabajo y los salarios, ocupando, entre otros cargos, los de Director de Salarios, Viceministro y Director fundador del Instituto Nacional para la Investigación Científica del Trabajo. En 1981 y hasta el año 2003 labora en el Ministerio de Industria Básica ocupando los cargos de Director Económico en la Unión de la Goma (1981-1984), Director de la Empresa de la Goma “Conrado Piña” (1985-2000) entidad laboratorio del MTSS y primera en aplicar el perfeccionamiento empresarial en el país. A partir de 2001 y hasta 2003 realiza actividades de asesoramiento en la esfera de la organización del trabajo y los salarios en el organismo central. Actualmente labora como consultor. Es presidente fundador de la Sociedad de Estudios del Trabajo de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC). Desde su fundación hasta 2009 fue miembro del Tribunal de Grado Científico de Economía Aplicada. Autor de varios de los libros más sobresalientes publicados en Cuba sobre cuestiones relativas a la organización científica del trabajo, los salarios, la productividad, y los estímulos materiales y morales.
Categories: Invitados