Reforma cubana, petróleo vietnamita, y compota ideológica

No tener nada que decir no es motivo para callarse. Lo acaba de mostrar un verboso comentarista, Carlos Luque, convertido ahora en “experto” petrolero tras corretear un rato por internet. El resultado es predecible, termina haciendo el ridículo. https://lapupilainsomne.wordpress.com/2018/04/11/el-cazador-cazado-por-carlos-luque-zayas-bazan/#comments

Afirma Luque que “según asevera Pedro Monreal, Vietnam se habría convertido ´en un importador neto de petróleo´. Y esa categórica afirmación la sustenta en unos datos del 30 de enero de 2018”. A continuación, el improvisado “experto” indica el link a la fuente que sustenta esa afirmación, pero eso no parece importarle mucho.

Nótese que, a pesar de existir una fuente verificable, el “experto” utiliza la expresión “según asevera Monreal”, como si la veracidad del dato estuviese en duda.

Lo que hace después el “experto” es tratar de desviar la atención sobre una realidad (Vietnam se ha convertido en un importador neto de crudo) que parece no convenirle a su discurso y entonces sale con aquello de que “Si mal no conté, Vietnam ocupa el lugar 26, por encima de 76 países, en reservas probadas de petróleo crudo, con 4,400,000,000 barriles (bbl)”. Y por supuesto que el “experto” ha contado bien, pero Yoenis Céspedes batea para 327 en las grandes ligas y eso no hace que Vietnam deje de ser un importador neto de petróleo.

Las reservas de petróleo son importantes, pero el término “importador neto” no tiene que ver con las reservas. La aclaración es pertinente porque es precisamente el punto que traté de aclarar: la supuesta ventaja de Vietnam -respecto a Cuba- consistente en ingresos petroleros como resultado de exportaciones netas del crudo es hoy una ficción.

Cuando se hace referencia a las experiencias de reforma económica en China o Vietnam, y cuando se intenta llamar la atención acerca que ellas pudieran ser fuente de aprendizaje para la reforma cubana, se escuchan con frecuencia cosas como que “en Cuba no hay chinos” o que “Vietnam tiene petróleo”. Sobre ese último punto es importante tener claridad acerca de que Vietnam tiene mucho petróleo, como reservas, pero que ha dejado de tener un balance de ingresos en divisas por concepto de exportaciones netas de crudo. Tuvo ese balance durante años, pero ha dejado de tenerlo.

Sin embargo, el “experto” asegura que eso es el resultado de una “coyuntura”, al parecer en el sentido de que es algo transitorio resultante de la caída de los precios del petróleo. Supongo que también pudiera iluminarnos acerca de cuándo terminaría esa “coyuntura”. De hecho, el “experto” cree ver también en el paso hacia un patrón de importaciones netas de crudo una decisión que representa una “brillante lección” de la que Cuba debe aprender.

Quizás en su retozo por los sitios web con noticias petroleras de Vietnam el “experto” pasó por alto la amplia literatura que explica precisamente que ese cambio ocurrido en Vietnam -hacia importaciones netas de crudo- no es simplemente un problema “coyuntural” ni se explica principalmente por los precios. Existe una combinación de factores, incluyendo el agotamiento de los pozos en explotación, el rápido incremento del consumo interno, y la puesta en marcha de refinerías, que han modificado la tradicional ecuación petrolera vietnamita.

Es un área de cambios que son recientes e importantes. Es una tendencia iniciada en 2017. Si alguien prefiere seguir utilizando datos anteriores, o si es prisionero de ciertas ideas fijas, está en toda libertad de hacerlo, pero no debería ponerse a pregonar simplezas y a asumir poses de “cazador”.

El dilema que enfrentan los ideólogos que piensan que saben de economía es que, o sueltan sus elucubraciones y consignas tratando de ocultar su ignorancia sobre temas económicos, o se dedican a aprender un poco de economía, algo para lo que deberían quitarle algún tiempo a soltar largas parrafadas, usualmente dedicadas a tratar de deslegitimar a otros.

Este inexperto “experto” también incursiona con frecuencia en el terreno de la psicología, ufanándose de interpretar el pensamiento de otros. Cree haber visto que en mi texto se “señala implícitamente a Iroel Sánchez de sesgo político en el manejo de los datos” o que se deja “sibilinamente dicho que el que sesga los datos es el editor comentado, es decir, Sánchez”.

No hace falta repetir lo que dije en mi texto. Por supuesto que considero que la nota de Sánchez fue interesante y coincido totalmente con el criterio de que no se debe “sesgar la información y sólo dar una parte con evidentes objetivos políticos”.

También parece haber sacado el “experto” conclusiones incorrectas acerca de lo expresado en mi texto sobre la compleja relación entre desigualdad, pobreza, y reforma. Ha largado un “batido” doctrinal donde mezcla la “economía de mercado con tendencia socialista” con la “Roma Americana”, con una cosa a la que le llama “pobreza irradiante”. A ver como se digiere esa compota ideológica.

Si ese “experto” -ahora en pose de psicólogo- creyó ver ciertas cosas es que debe andar cazando fantasmas ideológicos. A fin de cuentas, le conviene más mantenerse en ese plano. En   cuestiones de economía, este “experto” ni caza, ni pesca.

Lo explico de nuevo:

  • Se puede tener grandes reservas de petróleo y no tener ingresos por exportaciones netas del crudo.
  • No porque algo haya comenzado recientemente es necesariamente una coyuntura. Hay una cosa que se llama tendencia.
  • El cambio hacia un patrón de importaciones netas de crudo en Vietnam no es principalmente un problema de precios. Otros factores tienen más peso en el proceso.

Para aprender de Vietnam se necesita un debate serio. Obviamente, no es solo una cuestión de expertos. Es un debate con aristas políticas muy importantes en el que cabe cualquier ciudadano. En otro texto que publiqué ese mismo día, sobre la reforma empresarial, es precisamente la dimensión política la que sobresale en el caso de la experiencia vietnamita. https://elestadocomotal.com/2018/04/09/esperando-la-reforma-empresarial-en-cuba-notas-sobre-la-experiencia-vietnamita/

En ese debate no hay ninguna necesidad de adoptar poses como “experto” de lo que no se es, ni de enrumbarse en una crítica sobre algo, como la economía, acerca de lo que pudiera no tenerse la menor idea de lo que se expresa. Digo yo, para preservar la salud del debate.

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