La cifra del Producto Interno Bruto (PIB) de Cuba fue revisada recientemente al alza. El dato corregido indica ahora un crecimiento positivo de +0,5% en 2016, en vez del decrecimiento de -0,9% anteriormente anunciado.
Consecuentemente, los nuevos datos oficiales indicarían que, a diferencia de lo que se pensaba hasta hace poco, la economía cubana no habría experimentado una situación técnica de crisis económica coyuntural en 2016.
Aparentemente, se habría tratado de un decaimiento temporal del crecimiento en 2016 (pero en zona positiva), el cual comenzó a recuperarse en 2017, con una tasa anunciada de +1,6% para ese año y un estimado de +2,0% para 2018.
Paradójicamente, la mejoría de la cifra de 2016, parece desmejorar la cifra de crecimiento del PIB de 2017 y tiende a reducir el pronóstico de crecimiento promedio anual para el período 2016- 2018.
El ajuste del crecimiento del PIB en 2016 ha suscitado comentarios de varios especialistas, especialmente en relación con la notable reversión que habrían experimentado los datos de varios sectores. Sin embargo, la cuestión de las posibles implicaciones de la revisión del PIB de 2016 para los datos de 2017 no parece haber recibido mucha atención, hasta el momento.
El ajuste de crecimiento del PIB para 2016 cambia –en combinación con otros datos actuales que no parecen haberse modificado- el crecimiento del PIB de 2017 que, en vez de exhibir un moderado +1,6%, pasaría a registrar un anémico +0,17 %.
También modifica el pronóstico de crecimiento promedio anual del PIB para la etapa 2016- 2018, que debería “aflojarse” y pasar de +0,9% a +0,19%.
El efecto dominó del cambio de la base del cálculo
La razón de lo anterior no es difícil de entender: la revisión del crecimiento del PIB en 2016 modifica el monto total del PIB para ese año (a precios constantes de 1997), que es la base de cálculo del PIB para 2017 y para el estimado de crecimiento promedio anual para el período 2016- 2018.
Si se modifica esa base de cálculo se modifican las estimaciones del monto del PIB que se habían hecho anteriormente.
El monto total de PIB para 2015 es de 54500 millones de pesos, eso no ha cambiado. Con la cifra anterior de decrecimiento de -0,9%, el PIB para 2016 era de 54010 millones, pero cuando se modifica la tasa, con una de +0,5%, el PIB de 2016 pasa a tener un monto de 54780, cifra reflejada en la Tabla 5.3 del Anuario Estadístico de Cuba, cuya sección de Cuentas Nacionales fue divulgada esta semana.
El punto a retener es que cuando se divulgó –en diciembre de 2017- la cifra de crecimiento de +1,6% del PIB de para ese año, el cálculo se hizo tomando como base un PIB de 54010 millones para 2016 y por tanto el monto de PIB para 2017 resultó ser de 54874 millones. Es decir, entonces (diciembre de 2016) no se había revisado el dato de PIB de 2016 y se continuaba asumiendo el decrecimiento de -0,9% en 2016.
Recientemente lo que se ha revisado es el cálculo del monto del PIB en 2016, pero no se ha hablado de una revisión del monto total del PIB para 2017, de manera que puede asumirse que sigue siendo de 54874 millones.
Lo que sigue es aritmética: si se compara esa cifra del PIB de 2017 (54874 millones) con el PIB revisado para 2016 (54780), entonces la tasa de crecimiento para 2017 se reduce y pasa a tener un valor de +0,17% (en vez de +1,6%).
Por otra parte, cuando en diciembre de 2017 se pronosticó un crecimiento de +2,0% para 2018, la cifra “base” del PIB de 2017 que debió utilizarse fue la de 54874 millones. Por tanto, el pronóstico del monto del PIB para 2018 debe haber sido de 54984 millones. Tampoco se ha hablado de una revisión del monto total del PIB para 2018, ni para la tasa de crecimiento pronosticada para ese año, de manera que puede asumirse que se mantiene esa cifra del monto del PIB para 2018.
Cuando se calcula el crecimiento promedio anual para el período 2016- 2018, tomando como base la cifra inicial de PIB del 2016 (54010 millones) y el estimado de PIB de 2018 en 54984 millones, la tasa promedio anual es de +0,9%.
Sin embargo, cuando el cálculo se hace tomando como base la cifra revisada de PIB del 2016 (54780 millones) y el estimado –hasta ahora no modificado de un PIB de 54984 millones en 2018- la tasa promedio anual es de 0,19%, la cual es muy inferior.
Obviamente, alguien pudiera decir que cabría la posibilidad de que también se hubieran revisado ya las cifras de PIB para 2017 y 2018 y que sería posible mantener las tasas de crecimiento previamente divulgadas para esos dos años (+1,6% y +2,0%), pero en ese caso se necesitaría alguna evidencia oficial de que tal cosa hubiera ocurrido. Hasta el momento, la revisión parece haberse limitado a los datos de 2016.
Naturalmente, sería conveniente y deseable que se hiciera una revisión más amplia de las estadísticas del PIB, así como que estas estuvieran disponibles de manera más frecuente. En cualquier caso, debe considerarse que la revisión multi-anual de este tipo de cifras no puede hacerse automáticamente, “en cascada”, como un ejercicio matemático. La estimación del PIB para el año corriente, y la revisión de datos del PIB del pasado reciente, requieren tomar en cuenta datos de la economía real.
Resumiendo,
- La revisión del dato de crecimiento del PIB en 2016 indicaría oficialmente que el país no entró en una situación técnica de crisis coyuntural en ese año, sino que experimentó un abatimiento del dinamismo económico (tasa de +0,5%) que luego habría entrado en un proceso de recuperación moderada, con una tasa calculada de +1,6% en 2017 y con un crecimiento pronosticado de 2,0% en 2018, pero eso pudiera ser un espejismo pues se estaría asumiendo que la revisión del PIB de 2016 sería compatible con mantener los viejos supuestos de tasas de crecimiento para 2017 y 2018 asentadas en un punto de partida más bajo (2016) que ya no existiría.
- Sin embargo, la mejoría de la cifra revisada de crecimiento del PIB en 2016, en ausencia de un anuncio de que se hubiera revisado el monto estimado del PIB en 2017 y la tasa pronosticada para 2018 (cosa que no parece haber sucedido), significaría que la economía se habría “aflojado” en 2017 (tasa de +0,17%), al contrario de lo que se había asumido hasta ahora (tasa de +1,6%).
- El crecimiento promedio anual de la etapa 2016-2018 sería significativamente menor (0,19%) en relación con el anteriormente estimado (0,9%). La posible implicación sería que, lejos de haberse entrado en un proceso de recuperación, pudiera estar ocurriendo un proceso de desaceleración económica.
- La revisión al alza del crecimiento del PIB de 2016 pudiera conducir a interpretaciones poco halagüeñas del momento actual de la economía cubana. Una lectura posible de la revisión pudiera ser que, en vez de un panorama de crisis (2016) seguida por una recuperación modesta, la economía cubana habría entrado, desde 2016, en un momento de relativo estancamiento estacionario.
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